Hace 150 años Céspedes le abrió el camino a la Patria

10 de octubre de 2018

|

Elaine Caballero

|

Carlos Manuel de Céspedes, Cuba, Cultura, Guerras de independencia, Miguel Díaz-Canel Bermúdez

 

 

Este diez de octubre fue un día especial para Cuba al conmemorarse 150 años de la epopeya iniciada por Céspedes en el Ingenio la Demajagua cuando liberó a sus esclavos, los llamó hermanos e incitó a la lucha.

¡Qué pasaje tan bello y conmovedor marcó nuestras luchas por la independencia! Solo un hombre es capaz de llevar a cabo tal acto cuando ha comprendido verdaderamente el significado de la palabra “Patria” y la necesidad de luchar por ella. Fidel dijo que la Revolución cubana había sido una sola y hoy más que nunca sus palabras mantienen vigencia absoluta.

Tuvo un encanto especial La Demajagua este diez de octubre. ¿Será la fuerza propia del día o el hecho de saber que ese lugar marcó definitivamente el destino de la Isla? Cerca de 5 mil personas se reunieron allí para celebrar el aniversario 150 del inicio de nuestras luchas por la independencia.

 

 

El acto estuvo presidido por el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro Ruz, y el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez. También se encontraron presentes José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del PCC; Esteban Lazo Hernández, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular; así como otras autoridades del Partido y el Gobierno en la provincia de Granma, además de los hijos de Juan Fajardo Vega, el último mambí, junto a granmenses y cubanos.

 

 

Una ofrenda floral fue depositada mientras la Banda Provincial de Conciertos interpretó “La Rosa Blanca”. Luego, 21 salvas de cañones sonaron con una fuerza extraordinaria.

 

 

El poeta Oscar Aguilar pronunció, con enérgica voz, el Himno Republicano, escritor por Carlos Manuel de Céspedes. Después la compañía Codanza recreó desde el baile el alzamiento del Padre de la Patria en su ingenio y el Trío Los Caminantes interpretó “El Mambí”, de Luis Casas Romero.

 

 

Acto seguido, la Primera Secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, Susely Morfa González, dio lectura al mensaje de Juan Fajardo Vega (el último mambí) destinado a las nuevas generaciones, el cual se depositó el 5 de agosto de 1990 en la cabecera de su tumba con la encomienda de ser leído en esta importante fecha.

 

 

La música volvió a engalanar el lugar con la voz de Magda Beatriz Rivera, quien cantó “Padre de todos”, de la autoría de Martín Rojas, y los actores Ruslán Domínguez y Corina Mestre estremecieron a los presentes con frases del pensamiento cespediano recogidas en sus cartas y reflexiones de estudiosos de la obra del ilustre bayamés.

 

 

La cálida voz de Fidel resultó inconfundible en la cita. Su mensaje claro y profundo fue otra lección para la nación cubana. Y el coro Ismaelillo, guiado por su directora Ary Rodríguez, rindió tributo al Líder Histórico de la Revolución cubana con el poema musicalizado “Canto a Fidel”, de la recién fallecida poetiza Carilda Oliver.

 

 

Las palabras centrales del acto estuvieron a cargo del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien recordó la importancia del 10 de octubre y el carácter único de la Revolución cubana que defendió Fidel.

 

 

“Estamos otra vez en La Demajagua, el lugar donde con mayor suma de sentimientos patrios, podemos decir: Somos Cuba. La historia y este paisaje formidable, que parece un lienzo de la nación, con el mar y la montaña al fondo y en el centro, los viejos hierros del ingenio abrazados a un poderoso jagüey”, expresó.

“Según la leyenda – añadió –, que es la versión poética de la historia, ningún artista levantó este monumento. Fue obra de la naturaleza. Después del alzamiento, en un acto de ridícula impotencia, tropas españolas incendiaron el lugar; y pasó el tiempo, y pasó por entre la rueda del viejo molino de caña el jagüey que eterniza el acontecimiento. Es imposible llegar a este sitio y no emocionarse frente a tal misterio (…)”.

El mandatario cubano se refirió a La Demajagua como un sitio sublime “porque Carlos Manuel de Céspedes levantó el alma de un pueblo recién nacido contra la metrópoli que lo tiranizó por más de tres siglos y declaró libres y ciudadanos a todos, sin distinción de raza o sexo, socavando para siempre las carcomidas bases de una sociedad esclavista”.

Díaz-Canel también evocó el pensamiento de José Martí, además de la importancia de estudiar a profundidad la Historia de nuestro país y exhortó a la unidad como solución para garantizar la continuidad de la Revolución.

“Aquí nació, hace 150 años, la Revolución cubana y aquí, un siglo después, Fidel marcó su carácter único, desde el 10 de octubre de 1868 hasta nuestros días”, aseveró.

 

 

“También conmueve pensar que esta campana, tañida aquel día glorioso para decretar por primera vez iguales derechos a todos en Cuba, en 1947 la tomaría en sus manos para sacudir la conciencia nacional, un joven estudiante, el mismo que volvería en 1968, ya convertido en el líder revolucionario Fidel Castro Ruz, para darnos una insuperable lección de historia”.

“Hasta entonces – puntualizó Díaz-Canel –, la conocida frase de que sus hijos eran todos los cubanos, al negarse a entregar las armas a cambio de la libertad de Oscar, era la explicación de la escuela básica cubana para que le llamáramos Padre”.

Eran necesarias las reflexiones de un apasionado de la historia como Fidel, aseguró el presidente cubano, las cuales fueron “más que discurso, una sensible invitación a revisitar con el corazón y la mente definitivamente libres de viejas lecciones importadas y reduccionistas”.

“He repasado muchas veces las palabras de Fidel en aquella velada solemne – manifestó –, y apenas he podido entresacar frases que marquen su trascendencia histórica. Todas son trascendentes y conservan una vigencia que estremece, a pesar de que fueron pronunciadas cuando la mayoría de los reunidos hoy aquí no estaban nacidos y nosotros éramos estudiantes de primaria (…)”.

 

 

Díaz-Canel también comentó que “un siglo después del nacimiento de Martí, emergió en el horizonte histórico de Cuba, la generación que reivindicaría su noble aspiración de reagrupar y unir a los defensores de la continuidad de la Revolución. Hablo de nuestra generación histórica, venerable vanguardia que jamás se apartó de su responsabilidad y compromiso con los humildes”.

Cuba hará siempre suyas las palabras del Líder Histórico de la Revolución cubana pronunciadas el 10 de octubre de 1968, y que fueron rememoradas por el presidente cubano en su discurso: “Porque este pueblo, igual que ha luchado cien años por su destino, es capaz de luchar otros cien por ese mismo destino”.

Al concluir el acto los participantes de la reunión de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba visitaron Dos Ríos, el sitio donde cayó en combate el Héroe Nacional, José Martí.

 

 

El monumento en homenaje al más universal de los cubanos sobresale por su sencillez y riqueza expresiva. En ese lugar,el Apóstol alcanzó la eternidad un 19 de mayo de 1895, porque él es (y será) un imprescindible de la nación cubana al que habrá que volver una y otra vez como fuente inagotable de conocimientos.

La reunión de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba se traslada a partir de este jueves a la provincia de Matanzas para continuar con sus actividades, entre las que sobresalen una visita al Museo fundacional de esa ciudad y la gala cultural por el aniversario 325 de la fundación de la urbe, que tendrá lugar el próximo viernes en la noche.