ribbon

Buscando el bienestar psicológico

31 de agosto de 2018

|

 

 

Es un desajustado, está “volao” son frases que escuchamos en la vida cotidiana al referirse  a alguien que está manifestando determinadas formas de alteración, y continúa con la también muy popular frase que tiene que verlo un loquero a  ver si lo arregla, aunque también las frases pueden ser más científicas y decir como que está estresado, ansioso, está desequilibrado y le hace falta un psicólogo.

Ya sea con el colorido lenguaje del barrio o con frases más acreditadas, siempre hay una carga de veracidad, porque no resulta difícil que la vida moderna, con su rapidez y complejidad nos obligue a realizar muchas y diversas actividades, por lo que estamos compulsados a ser más un octópodo –léase pulpo– que además de 8 manos (convertido a la anatomía humana) debemos tener igual cantidad de piernas y de cerebros. Esto también significa que tenemos varias (a veces muchas) personas a las que les debemos cuidar porque dependen de nosotros o acatar sus ordenes porque son nuestros jefes o complacer porque son nuestra pareja, y hacer bien todo y quedar bien con todos es una labor titánica y llena de críticas porque resulta prácticamente imposible de cumplir.

Para las mujeres por ejemplo –es el ejemplo que puedo poner porque lo he vivenciado– tenemos que trabajar, atender la casa, los hijos con las tareas de la escuela, el inglés y/o el baile extraescolar, atender al marido, los padres que ya necesitan ayuda y otras tareas sociales que aparecen por lo que con frecuencia nos encontramos ante dilemas como que el jefe pide quedarnos después del horario laboral porque hay un proyecto que terminar y entonces tenemos que acudir a una tercera persona (porque tal vez el esposo no puede o no hay esposo) para que recojan a los niños de la escuela, hagan la tarea, etc. y cuando llegamos, pueden que las criaturas estén molestas porque mami trabaja mucho y mira la hora que nos ha cogido para bañarnos, comer y dormir, y entonces ese día fuimos buenas trabajadoras y malas madres o puede ser viceversa y para cumplir con el rol materno, quedamos mal con el trabajo y ahí nos estresamos o nos volamos, que no es más que un desajuste emocional y bajos niveles de bienestar psicológico.

Ahora bien, ustedes se preguntarán que es en realidad el bienestar psicológico y enseguida paso a explicarlos y a darle algunos consejos para mantener adecuados niveles de ajuste emocional, y ser felices. Se entiende por bienestar psicológico a la autorrealización, crecimiento personal y progreso de la persona, además se relaciona –lógicamente– con la felicidad, el balance afectivo positivo y con la autoestima o los sentimientos positivos hacia uno mismo, por lo que se puede entender que es una evaluación subjetiva que realiza la persona en las distintas áreas de su vida y debe expresar satisfacción y complacencia. Puede que me digan que es muy bonito escribirlo pero muy difícil llevarlo a la vida, y concuerdo en que practicarlo tiene sus aristas que son, a mi entender dos: en primer lugar, saber que se quiere en la vida, cuáles son nuestros propósitos, motivaciones, a dónde queremos llegar, y en segundo lugar está el saber jerarquizar, que significa poner en un orden de prioridades las metas que queremos alcanzar, donde se incluye el tiempo, época de la vida en la que vamos a hacer tal o más cual cosa, porque si no se hace así seguro que nos desequilibramos y posiblemente no logremos todo lo que queremos o lo hacemos mal.

Estos son los dos consejos más importantes que les puedo dar, voy a poner ejemplos: difícilmente una mujer pueda tener un trabajo de alta responsabilidad el cual lleva horarios extendidos, viajes, etc. y tener tres hijos porque seguro que alguna de las dos cosas las hace mal, a no ser que esa responsabilidad la adquiera cuando los hijos están crecidos, y no me vengan a decir que están los abuelos porque los hijos son de los padres, y los abuelos tiene un rol de menos envergadura y no central.

El elemento emocional es el que nos indica si tenemos un buen bienestar psicológico o si estamos desequilibrados y se manifiesta con mal humor, ansiedad, irritabilidad, disminución de la capacidad de trabajo tanto físico como intelectual, disminución de los deseos sexuales, dolores de cabeza, mal dormir y desmotivación por las cosas y actividades que antes nos gustaban. No tener en cuenta la importancia de estar equilibrados y creernos superhéroes que todo lo podemos es un indicador de un pobre alfabetismo emocional, y las emociones son el camino que usa el cerebro para decirnos que algo nada mal, así que ¡atentos!

Galería de Imágenes

Comentarios