Una flauta habanera que recorre el mundo
13 de septiembre de 2018
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En algún momento, musicólogos o sociólogos dejarán claro cuánto y cómo influye el hogar a la hora de vivir el ritmo con gracia, apreciar los sonidos… Seremos explícitos para afirmar por qué el influjo de la tradición se ve siempre reflejado en la obra de un artista. Así sucede con una habanera, de solo 24 años de edad, que va por el mundo poco a poco, conquistando los puestos más altos y plausibles que la música ofrece a quien se dedica a ella con esmero, sin pensar solo en el comercio, sino en la calidad.
Con suficiente talento camina Sheila del Bosque, una de las flautistas jóvenes más talentosas en Cuba, graduada con altos honores del reconocido Instituto Superior de Arte (ISA). Como cientos de jóvenes cubanos, Del Bosque se identifica como una genuina continuadora de la más auténtica herencia musical de flautistas cubanos con cuyo instrumento llevaron a la gloria a cientos de seguidores. Podíamos pensar en Richard Egües, José Antonio Fajardo o Antonio Arcaño, una tríada de virtuosos de la flauta que tanto prestigio dieron a la nación caribeña.
“Yo llego a este mundo maravilloso cuando tenía aproximadamente 17 años, estaba estudiando en el Conservatorio Amadeo Roldán y me entero que estaban abriendo convocatorias para un taller de Música Antigua llamado Convivium Musicum y ahí fue donde empezó la historia.
“Algunos de mis amigos del conservatorio y yo, comenzamos la primera generación de este taller donde se impartían clases de recorder por la gran Susana de la Cruz, bajo la dirección de la maestra Teresita Paz y Aland López. Eran tiempos increíbles, nos pasábamos horas tocando música barroca y renacentista con los ensembles de flautas, trabajando la técnica y la interpretación, leyendo desde tratados de Quantz hasta Gigas y Villancicos.
“Una de las experiencias que más me motivaba eran las clases con la increíble Claudia Gerauer, profesora de Hochschule der Künste Zürich, Hochschule für katholische Kirchenmusik und Musikpädagogik, entre otras prestigiosas instituciones.
“Claudia se encuentra haciendo un Proyecto junto a la Oficina del Historiador y la Fundación Hanns Seidel a cargo de Demian Regehr, representante de Centroamérica y el Caribe. Juntos han creado un intercambio sistemático donde esta increíble flautista ha podido formar a generaciones de músicos por más de 10 años con conocimiento de primera mano”.
A lo largo de su carrera, Sheila del Bosque ha actuado con orquestas como la del Lyceum Mozartiano de La Habana adjunta a la Stiftung Mozarteum Salzburg y la Orquesta Nacional de Cuba. Fue la única flautista cubana seleccionada como miembro de la Cuban European Youth Academy apoyada por Balthasar Neumann Ensemble y dirigida por Thomas Hengelbrock, tocando en el Festival Rheingau (2015) y el Young Euro Classic Festival (2017) en Alemania.
Desde 2012 ha actuado con la compañía de danza cubana Habana Compás Dance, tocando en todos los teatros y festivales más importantes de Cuba, así como en Corea del Sur, México y en los Estados Unidos. Como flautista de la compañía, ha tocado para figuras como Usher, Bon Jovi y el grupo The Rolling Stones.
Según Del Bosque, el movimiento de la música antigua y rescate del patrimonio musical en Cuba está teniendo cada vez más fuerza.
“La creación de festivales como Septiembre barroco, Mayo renacentista, Semana de la música sacra, los talleres y clases magistrales de prestigiosos profesores sobre interpretación históricamente informada, así como el surgimiento de grupos como Ars Longa, Ars Nova, Exsulten y Sine Nomine son muestras de esto.
“Queremos que Cuba tenga un público culto y capaz de apreciar la música y sus diferentes vertientes, que defina sus gustos por conocimiento y descarte, no por ignorancia, que vea la música del pasado no como algo lejano, sino como elemento fundamental para comprender la música del presente”, afirma la joven habanera que va por todas partes encantando con su flauta y demostrando al mundo el poder de las raíces.
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