El nuevo curso escolar
3 de septiembre de 2018
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Por estos días a la población cubana se le ha brindado una amplia información relacionada con el inicio del nuevo curso escolar este lunes 3 de septiembre.
Frente al televisor cuando veía la Mesa Redonda, me impactaba significativamente la cifra de más de un millón de pupitres de los que hay que disponer anualmente para que cada alumno de la enseñanza general pueda recibir sus clases debidamente sentado.
En igual sentido, resulta alentador y de una admiración plena, que trabajadores del sector educacional, junto a padres y alumnos, se hayan mudado esta última semana de agosto hasta cada escuela, para contribuir todos a que las aulas estuviesen listas.
Los niños, adolescentes y jóvenes cubanos puedan llegar a sus centros educacionales, con su uniforme escolar debidamente alistado y cargados de motivaciones diversas, unos, los que comienzan la primaria, con el “sustico” de ser primerizos ante el profesor o profesora, y otros, advirtiendo cada detalle para la nueva contienda educacional que han comenzado.
Un tema de gran valía y que no está totalmente resuelto es el completamiento de las plantillas de maestros. En unos lugares más que en otros, hay déficit que se cubrirán con otras fórmulas de contrataciones, de manera que nadie quede sin el profesor que necesita.
El Estado, que invierte cifras millonarias en Educación que alcanzan el 21% del Presupuesto para 2018, sigue siendo el máximo responsable de garantizar la enseñanza a todas y todos, de manera gratuita y de calidad referencial.
Entonces se me ocurre una pregunta que me hago frente al televisor donde veo la Mesa Redonda: El Estado cumple, saca dinero para la educación, aún en las circunstancias económicas más difíciles, busca maestros o variantes que garanticen una educación para todos y de calidad. ¿Y los padres qué? Ayudamos a nuestros hijos para que estudien, cuiden sus escuelas y libros, APRENDAN en mayúscula y no deformen nuestro rico idioma con palabras al parecer traídas de basureros.
¿Y los alumnos qué? ¿Y el resto de la familia cubana, qué?
Lo real y únicamente posible para cumplir con sueños y esperanzas es la contribución de todos, la disciplina de todos, la responsabilidad de todos.
Leí también y detenidamente, lo publicado en Granma en cuanto a que más de 500 000 jóvenes se superan en los centros de la Educación Superior del país.
Todos reciben la enseñanza gratuitamente. Todos tienen ofertas de trabajo una vez graduados. Pero no todos optan por brindar sus conocimientos dentro de empresas e instituciones estatales, esas que cubren entre sus funciones, la de aportar recursos para que la educación siga siendo una de las banderas que más debemos defender.
Volviendo al tema de la Mesa Redonda, me impactó, negativamente en este caso, cuando se dieron a conocer las cifras de miles de trabajadores de la Educación que causan baja cada año por disímiles motivos. En todos los casos –sea por bajos salarios, enfermedad, u otra dificultad incluyendo la salida del país– la baja resulta lamentable, más que todo por lo que implica buscar al sustituto y lograr que ningún niño, quizás hasta el mismo hijo o hija del ahora ausente, se quede desprotegido educacionalmente.
Otra vez el Estado, representado por el Ministerio de Educación, buscará al sustituto, muchas veces acudiendo no a promesas salariales, sino a la conciencia humana orgullo en la formación de las presentes y futuras generaciones.
Para terminar con este comentario, acudí a una información aparecida este domingo en el sitio web de la agencia de noticias árabe Al Manar, que hace el anuncio de que en este inicio del curso escolar en Siria, la nación bombardeada y casi destruida donde más de medio millón de sus hijos han muerto o resultado heridos.
El citado despacho noticioso reporta que en la ciudad de Alepo, cuna de la cultura islámica y la más antigua de la nación árabe; así como de las más destruidas por las fuerzas terroristas que la ocuparon durante muchos meses, este lunes se incorporan 500 escuelas reconstruidas.
Fuero completado el personal docente y el aseguramiento de los textos escolares, luego de una intensa labor desarrollada pocos días después de la liberación de la ciudad de los grupos terroristas.
Solo en Alepo, los grupos de extremistas armados destruyeron no menos de 800 centros docentes, incluidas las cuatro universidades con las cuales cuenta la urbe.
La ciudad, con algo más de dos millones y medio de habitantes en la actualidad, es la cabecera de la provincia de igual nombre, considerándose además, como la ciudad más antigua de Siria, fundada en el año 1800 a.C.
Allí en Siria, bajo la metralla enemiga, también hay un Estado capaz de levantar de las ruinas del terror, los centros educacionales que ya este lunes reciben a miles de niños que volverán a sentir el verdadero contenido de sus vidas.
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