Origen del barrio chino
19 de junio de 2018
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Los primeros chinos llegaron a La Habana el tres de junio de 1847 en el buque español Oquendo. El día 12 la nao inglesa Duke of Argile trajo a otros 365.
Estos primeros culíes llegados a La Habana venían en verdadera condición de servidumbre. Delincuentes al servicio de agencias inglesas en Hong Kong, Amoy, Wampoa y Macao, engañaban a los chinos con falsas promesas y los hacían firmar un contrato por ocho años, que los dejaba a merced de un patrón en trabajos a los que ellos no estaban acostumbrados.
Entre 1865 y 1875 se calcula que arribaron unos 5,000 chinos más, aunque en mejores condiciones que los primeros. Por esa época llegaron otros procedentes de California debido a fuertes disturbios ocurridos allí como consecuencia de la discriminación a que eran sometidos. Entre estos últimos los había con buena situación económica.
Afirma el historiador Pérez de la Riva que los primeros chinos establecidos en La Habana en 1858 fueron Chang Leng y Lan Siu Yi, el primero con una fonda y el segundo con un puesto de frutas, ambos en la calle Zanja.
Paulatinamente se fueron estableciendo fondas, bodegas, trenes de lavado de ropa, cines como El Águila de Oro, La Gran China y el Nuevo Continental, teatros, farmacias, periódicos en idioma chino, almacenes de víveres, banco y todo tipo de comercio, así como sociedades de recreo y ayuda mutua. A principios del siglo XX, en unas diez manzanas vivían alrededor de diez mil chinos. Este barrio llegó a ser en más importante de su tipo en Latinoamérica.
En la segunda década del pasado siglo la comunidad china en Cuba estuvo cerca de los 25, 000.
Hoy, a pesar de la drástica disminución de chinos y el no relevo, se mantienen las sociedades culturales y de recreo a cargo en su inmensa mayoría de descendientes, así como restaurantes de comida especializada de esa región asiática.
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