El temido vitíligo
22 de mayo de 2018
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Al principio, muchas personas no dan importancia a ciertas manchas que aparecen en la piel, pero cuando observan el aumento de su tamaño, comienzan a preocuparse. Por supuesto, de inmediato acuden al médico que los remitirá para el dermatólogo. Será este especialista quien, primero, a simple vista, después con el resultado de las investigaciones, certifique si hay presencia del vitiligo o leucoderma, una enfermedad en la que se pierde, progresivamente, el color de la piel y afecta el 1% de la población mundial sin distinción de sexo.
Este padecimiento dermatológico se identifica, precisamente, por la decoloración blanquecina en distintas partes del cuerpo como resultado de la destrucción de los melanocitos, células que producen el color o pigmento de la piel. También afecta los ojos y las mucosas que se encuentran dentro de la boca y de la nariz.
Aunque sus causas son desconocidas hay evidencias de que las personas con vitiligo heredan tres genes que aumentan la tendencia. Algunos investigadores piensan que los melanocitos se destruyen a sí mismos.
Pero mil teorías rodean el padecimiento, entre ellas, que el estrés emocional puede ser la causa. Lo que sí está comprobado es su aparición antes de cumplir los 40 años y en todas las razas. Además, quienes presentan enfermedades autoinmunitarias tienen mayor propensión a padecerlo, y algo bastante confirmado es que influye la genética.
Los síntomas fundamentales son las propias manchas blancas, más comunes en las áreas de piel expuestas al sol, aunque sus localizaciones características son: manos, pies, brazos, cara y labios. Otras áreas comunes: sobacos (axilas), ingles, ojos, fosas nasales, ombligo y genitales.
Una lógica complicación se deriva del vitiligo: las psicológicas. Y es comprensible porque la decoloración transforma en cierta medida el rostro, lo que baja la autoestima del enfermo, y ni qué decir, cuando se conoce que los tratamientos son de larga estadía y no siempre con buenos resultados.
Pero la ciencia no detiene su búsqueda en las causas que originan esta enfermedad, y en su solución van surgiendo novedosos tratamientos.
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