Defender a UNASUR
27 de abril de 2018
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El presidente Bolivia, Evo Morales, ha manifestado la voluntad de su gobierno de defender y reactivar a la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) de modo que siga cumpliendo con las funciones integradoras y en favor de la identidad nacional y la soberanía de cada país sudamericano, bajo el principio de la unidad en la diversidad y el respeto mutuo que beneficia a todos por igual, como ha sido hasta ahora.
Resultan sumamente importantes los pronunciamientos del mandatario, pues Bolivia acaba de recibir la presidencia pro tempore de ese mecanismo integrador de manos de Argentina, cuyo gobierno se desempeñó en esas funciones durante el año 2017, período que representó una parálisis de incertidumbre en el seno de UNASUR.
Para nadie es un secreto que el actual gobierno imperialista de Estados Unidos, que ha desempolvado la Doctrina Monroe, busca la fragmentación, la división y el desconcierto entre las naciones latinoamericanas y caribeñas, un objetivo que han priorizado, tanto directamente como a través de sus servidores en la región.
Desintegrar y liquidar definitivamente los esfuerzos integradores realizados o por realizar mediante los mecanismos creados en los últimos tiempos de manera autónoma y soberana por América Latina y el Caribe, es el propósito de tales maniobras, conspiraciones y amenazas donde a cada uno de sus más abyectos servidores parecen haberle designado desde Washington un papel a cumplir.
Todo indica que, en este caso, el gobierno boliviano no está solo y otros gobiernos sudamericanos están dispuestos a acompañarlo en la tarea de defender y reactivar UNASUR, uno de los logros más relevantes obtenidos tras dura lucha y esfuerzos heroicos por parte de los sudamericanos, desde la épica de Bolívar, San Martín, Sucre y O’Higgins.
Es obvio que los imperialistas intentan reintroducir a su Ministerio de Colonias –la desprestigiada OEA que hoy incluye al impresentable y corrupto Luis Almagro– como árbitro parcializado y comprometido con Estados Unidos dentro de las realidades latinoamericanas y caribeñas, que solo los hijos de Nuestra América martiana tienen el derecho de juzgar, debatir y decidir.
Según anunció la canciller ecuatoriana Luis Fernanda Espinosa en Telesur, los primeros pasos están dándose para convocar a una reunión de cancilleres donde, entre otros temas, se resuelva la elección pendiente del secretario general que tendrá a su cargo otras medidas re organizativas y de reactivación.
La defensa de UNASUR, su supervivencia y activo papel, pasa a estar en la primera línea de quienes –independientemente de las diferencias puntuales– coinciden en la necesidad de permanecer cohesionados alrededor de cuestiones comunes que a todos afectan de una u otra manera como las relacionadas con los recursos naturales, el intercambio desigual, el medio ambiente, las delimitaciones fronterizas y la paz regional.
En Sudamérica no hay otro mecanismo como UNASUR que sea capaz de asegurarlo y preservarlo en un ambiente de respeto mutuo y solidaridad, tal como se ha demostrado desde su surgimiento.
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