La política de la mentira

18 de abril de 2018

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Arsenio Rodríguez

 

Pudiera decirse que no es nada nuevo utilizar la mentira como política, pero en los últimos tiempos esa práctica se ha convertido más que una moda, en un peligroso modo de crear situaciones que ponen en peligro las relaciones internacionales y la paz mundial..
En cada una de las agresiones armadas a países con gobiernos democráticamente elegidos por parte de diferentes gobiernos estadounidenses se presentaron mentiras como argumentos que debían justificar cada una de esas acciones, por solo mencionar los más recientes en el medio oriente, Siria, Libia e Iraq,
Mienten sin pudor alguno desde el funcionario más simple hasta el Presidente de Estados Unidos. Es ya un hábito, un método, aunque 50 años después, cuando se autorice la publicación de documentos probatorios de la verdad, se demuestre que las miles de víctimas inocentes que provocara una acción militar se basaba en mentiras.
Y al parecer este mal es contagioso. No solo mienten las autoridades estadounidenses, sino también sus aliados. Antes les apoyaban, pero este año queda demostrado que también preparan sus mentirillas y las lanzan al mundo sin el menor rubor.
La última de las agresiones a Siria, comandada por Estados Unidos y apoyada totalmente por Gran Bretaña y Francia, era como respuesta al uso de “armas químicas contra la población”, esa fue la mentira esgrimida por ellos y la gran prensa occidental. Ni siquiera esperaron unas horas para que los expertos determinaran si era cierto o no.
Pero las “mentiras tiene patas cortas” como reza un dicho popular y no fueron necesarios los 50 años, ni siquiera 50 días, para que la verdad se abrierapasopor sí misma. No importa las declaraciones de Rusia y otras naciones que señalaban lo contrario.
Y ya que menciono armas químicas, de seguro viene a la mente de quienes lean este comentario el caso del ex espía rusoSerguéi y su hijaYuliaSkripal, que fue denunciado por la Primera Ministra de ese país acusando a Rusia porque “probablemente” eran los autores de ese crimen.
Ni los análisis de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), ni las investigaciones realizada por el laboratorio británico de Porton Down, han podido determinar el país de origen de la sustancia tóxica utilizada contra los rusos, reconoció el representante del Reino Unido ante ese organismo internacional.
Por su parte, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, anunció la semana pasada que según los datos de un centro de análisis en la ciudad suiza de Spiez, “en las muestras se hallaron rastros de la sustancia química tóxica BZ y de su precursor, que pertenecen a la segunda categoría de armas químicas, de acuerdo con la Convención sobre las Armas Químicas”. Es decir, desmienten a la Premier británica.
En cuanto al ataque químico en la ciudad siria de Duma, la base de tal acusación son hombres regando agua a un grupo de niños “víctimas” de la presunta acción. Eso ocurrió el 7 de abril y muchos se preguntan, ¿es que esa sustancia solo ataca a los menores? Han pasado dos semanas y la opinión de expertos es que fue un montaje para acusar al Gobierno sirio y los aliados que le apoya en la lucha contra los terroristas.
Ya varios corresponsales extranjeros, incluidos estadounidenses, británicos y franceses visitaron esa ciudad y descartan en sus reportajes la famosa “agresión con sustancias tóxicas” y llegan a cuestionar si efectivamente fue usado cualquier tipo de elemento químico en esa zona. Esperemos las nuevas mentiras que, según algunos analistas, estarán relacionadas con Irán.