¿Qué es un conflicto?
2 de febrero de 2018
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La palabra ‘conflicto’ es comúnmente utilizada porque forma parte de la cultura popular, aunque lamentablemente, con frecuencia, se le designa un significado incorrecto, ya que se le identifica con situaciones que tienen pocas posibilidades de solución, así como creer que es algo negativo, e incluso a las personas que son litigantes, buscapleitos se les llama ‘conflictivos’ y aún voy a ir más allá, porque también a las personas que acostumbran a mostrar sus desacuerdos, que no se dejan imponer criterios e incluso que defienden a otros también se les considera que son ‘conflictivos’.
Los conflictos son un tema que la psicología aborda y, en particular, la inteligencia emocional define que una de las competencias emocionales es la mediación de conflictos, o sea, que las personas, como parte de su educación emocional, deben aprender a solucionar sus conflictos y los de los demás. El conflicto en sí no es negativo, en tanto que es parte de la vida de todos e inevitable y resulta de situaciones en que existen desacuerdos, aunque debo aclarar que me refiero en particular a los conflictos interpersonales, porque también existen los conflictos con uno mismo y aún hay otros tipos de conflictos que tal vez en otro momento puedo abordar.
En otras ocasiones ya he dicho que los seres humanos somos sociales, es decir, vivimos en grupos sociales y eso es lo que permite que nos desarrollemos, aprendamos a ser personas en toda la extensión de la palabra, pero sería infantil que creyéramos que todos pensamos igual y que es fácil la convivencia, por lo que, como consecuencia de esta convivencia aparece el conflicto interpersonal, que no es más que una situación en la cual una persona cree que lo que quiere es incompatible con lo que desea otra persona. En pocas palabras, un conflicto es toda diferencia que existe entre dos o más personas, que no significa que haya violencia física, gritos e insultos, aunque si esto pasa es porque las personas involucradas no son capaces de manejar las diferencias con inteligencia.
Lo importante que quiero compartir con ustedes es que resulta de mucha utilidad para todas las personas el saber identificar lo que es un verdadero conflicto, porque a veces complejizamos situaciones que no son conflictivas porque no sabemos reconocerlas y les digo que todo conflicto es un proceso humano importante e inevitable, y si no se identifica y maneja a tiempo puede convertirse en una situación compleja de más difícil solución.
El conflicto en sí mismo no es bueno ni malo, eso depende de su contenido y la capacidad y deseos de las personas de solucionarlo, porque puede que sea un aprendizaje (lo cual es bueno) o terminar con agresiones físicas, lo que es evidentemente malo. Aunque es un fenómeno subjetivo (lo que es conflictivo para mí puede que no lo sea para otro), las manifestaciones son objetivas y evidentes, ya que son claros los signos como la inconformidad verbal y en las conductas de malestar. Ante una situación de este tipo, los errores que se cometen es creer que es imposible de solucionarlo, o considera a la otra persona un enemigo porque no opina o actúa de la manera en que consideramos sea la correcta. Puede que nosotros tengamos razón, o sea, que nuestro punto de vista es el certero pero lo peor que se puede hacer es atacar o alejarse de la persona a priori sin tratar de encontrar un punto común de entendimiento.
La actitud saludable es que se propicie el diálogo con escucha y recalco la palabra escucha porque significa que hay que poner en orden las emociones e ir con el ánimo de escuchar y no de imponerse y atacar, ya que si las emociones nos desbordan, difícilmente estemos en una buena disposición de escuchar al otro y sí para atrincherarnos en nuestros criterios con la intención de “no perder” e imponernos, como si en ellos nos fuera la vida. Este tipo de conducta muestra poca capacidad para la solución de conflictos, aún cuando la persona reconozca que su posición no es la buena, y de esta manera convierte un asunto habitual, humano, de aprendizaje, en una guerra, lo cual le complica la vida y lo hace muy infeliz, porque como dije al principio, los conflictos son parte de la vida.
Ciertamente hay situaciones en las que ambas partes tienen algo de razón y en ese caso, lo mejor es tratar de aceptarse tal y como son, tratando de minimizar las contradicciones o lo peor sería un alejamiento físico, si fueran asuntos vitales en que no se llega a un acuerdo y la convivencia es imposible.
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