Los chicos de Parkland
5 de marzo de 2018
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La brutal masacre de San Valentín donde 17 personas perdieron la vida en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas de la ciudad floridana de Parkland –condado de Broward, vecino de Miami-Dade– sigue teniendo consecuencias en la vida social estadounidense y sus ecos parece que no se apagarán en largo tiempo, mientras se incrementa la lucha por un efectivo control de las armas de fuego y quedan al desnudo los políticos corruptos cuyas campañas electorales son financiadas por la Asociación Nacional de Rifle (ANR).
Todos los que de una forma u otra recibieron los dineros de este sangriento lobby tienen sus manos manchadas y son igualmente responsables de las sucesivas masacres que enlutan a la sociedad norteamericana, escudándose en la segunda enmienda constitucional y atribuyendo los hechos simplemente como obras de desequilibrados mentales.
A diferencia de las masacres anteriores, como la de Sandy Hook en Connecticut (2012) donde fueron asesinados 20 niños, esta vez el repudio ha sido no solo más generalizado sino también más organizado y con perspectivas de no detenerse. Tal vez la situación de inestabilidad y caos que vive el país en general a partir de la Administración Trump ha contribuido a ello.
El hecho cierto es que la masacre de Parkland engendró un amplio movimiento que crece ya en muchas ciudades y tiene como eje central al sitio Web “Never Again” (Nunca Más) del que forman parte como cabezas visibles jóvenes líderes como Cameron Kasky, Emma González –quién conmovió al país con su acusación pública contra la ANR, los corruptos como Marco Rubio y la misma Casa Blanca–, David Hogg y Chris Grady. Todos tienen entre 16 y 18 años.
Ellos y sus seguidores que han inspirado este momento son llamados por los medios de prensa como “los chicos de Parkland”, y organizan la gran marcha que deberá tener lugar en Washington el 24 de marzo, que promete rivalizar o superar en masividad a la reciente Marcha de las Mujeres, que tuvo lugar entonces cpn impresionante asistencia.
Expertos en tiroteos masivos –una nueva especialidad surgida en Estados Unidos como consecuencia de la situación que en la actualidad sufre el país– expresan que estos jóvenes “están logrando algo que no había ocurrido antes: generar un debate que podría tener resonancia política”. Otros lo caracterizan como “algo dirigido a cambiar las políticas, no solo las mentalidades”; mientras que en otros tiroteos las víctimas ni se conocían o carecían de cohesión esta vez había un sentido de identidad compartido, logrando desatar estas reacciones y su posterior curso comunicacional y organizativo.
Indudablemente que una Administración tan soberbia y prepotente como la actual tratará de subestimar a “los chicos de Parkland” y sus posibilidades, tratará de dividirlos, desacreditarlos e incluso neutralizarlos y captarlos. La próxima marcha del 24 de marzo pudiera darnos una idea.
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