Primera audición en Cuba del Concierto en si menor, Para violoncello y orquesta, de Dvorak
29 de marzo de 2013
Aunque Dvorak escribió muy pocas obras para violoncello solista, el uso de ese instrumento en sus partituras orquestales es no sólo frecuente, sino que lo empleó con mucha eficacia, y una prueba de ello lo encontramos ampliamente en la Introducción de su Octava Sinfonía en Sol Mayor. Por otra parte, se conoce que en 1865 el compositor checo escribió un Concierto para violoncello, pero el acompañamiento de esta obra de juventud, no llegó a ser orquestado y sólo se conservó el manuscrito para piano. También de otras obras de Dvorak para cello y piano, se conoce que fueron transcripciones de páginas escritas originalmente para dos pianos.
Pero en 1892, Dvorak realizó una gira por Bohemia y Moravia, en compañía del violinista Franz Lachner y el cellista Hanush Wihan, y fue éste último quien instó al compositor checo a escribir un Concierto para ese instrumento y orquesta. Dvorak aceptó la sugerencia y contó con el asesoramiento del propio Wihan en las cuestiones técnicas y de ejecución.
El Concierto para violoncello, escrito en la tonalidad de si menor, es no sólo una de las obras más hermosas e inspiradas de Dvorak, sino el más extenso y uno de los mejores conciertos escritos para ese instrumento en toda la historia musical.
La parte solista es tan brillante desde el punto de vista técnico, como del expresivo, y su orquestación es muy eficaz, ya que el instrumento solista jamás queda opacado, como ocurre con frecuencia en obras de ese tipo.
La obra representó la despedida del compositor de la llamada “música pura”, ya que, a partir de él, Dvorak se dedicó a la creación de poemas sinfónicos, óperas y cuartetos de contenido descriptivo.
El Concierto en si menor, para violoncello, de Dvorak, está dividido en tres movimientos, y su material temático, de excelente factura, presenta más de una alusión al folclore bohemio; y en algunos pasajes se aprecian también francas relaciones con la Sinfonía “Desde el Nuevo Mundo”, escrita por Dvorak en esos mismos años.
El Concierto, por su parte, fue creado entre noviembre de 1894 y febrero del año siguiente, durante la estancia del compositor checo en los Estados Unidos, país donde se encontraba en calidad de director del Conservatorio Nacional de Música de Nueva York. El último movimiento fue revisado en el verano de 1895, al regreso de Dvorak a su patria natal. La obra se estrenó en Londres, el 19 de marzo de 1896, con el violoncellista Leo Stern como solista.
Y en Cuba, el Concierto para violoncello y orquesta, de Dvorak, se interpretó por primera vez en una presentación de la Orquesta Filarmónica de La Habana, dirigida por Massimo Freccia y actuando como solista el violoncellista Enmanuel Feuermann. Eso ocurrió en el Teatro Auditórium, hoy “Amadeo Roldán”, hace 67 años, UN DIA COMO HOY.