“Del éter a la web. Juan Formell (II)
17 de enero de 2018
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En nuestra sección anterior, les prometí que continuaríamos acercándonos a la vida, obra y legado de uno de los más relevantes músicos cubanos del último medio siglo. Esta entrevista con Juan Formell – bajista, compositor, arreglista y fundador de la popular orquesta Los Van Van – fue realizada hace ya algunos años en los estudios de la radio.
Tras comentarnos sobre su formación musical y hacer referencia a los antecedentes y al momento fundacional de Los Van Van, el 4 de diciembre de 1969, Formell me comentó sobre el éxito que alcanzó el primer disco de la agrupación.
“Ese disco incluía las piezas tituladas “El martes”, “Yuya Martínez”, “Marilú”, “Fracasé”, “La lucha”, “La bola de humo”, “La campana del amor”… en fin, una serie de obras que inmediatamente conquistaron los primeros planos de la popularidad entre los bailadores y los amantes todos de la música cubana. Ese fonograma salió al mercado a principios del año 1970, y ya a finales de ese año todos los temas estaban “pegados” en la radio. Ya ahí se advertía que era una sonoridad diferente a la de todas las agrupaciones soneras y salseras que precedieron a Los Van Van.”
La gran mayoría de los éxitos de Los Van Van a lo largo de su extensa y exitosa trayectoria en escenarios cubanos y foráneos pertenece a la autoría del propio maestro Juan Formell. En nuestra charla le pedí un comentario sobre los misterios de la composición musical.
“Como sucede con los poetas, la composición requiere de una gracia, una magia especial de los creadores. Tienes que saber sintetizar una historia en muy poco tiempo, porque de lo contrario se te va de las manos. Tienes que utilizar un lenguaje cercano al público más amplio, evitando por todos los medios caer en la grosería, la banalidad o la vulgaridad. Hay una serie de factores que vas decantando hasta llegar a un texto y una melodía adecuados al perfil de la agrupación. Pueden existir obras buenas que funcionen en otras agrupaciones y, sin embargo, no se correspondan con el criterio estético de la tuya. Pienso que la orquesta debe respetarse a sí misma, en consecuencia con el respeto que el público le profesa. Los Van Van se han caracterizado por abordar la crónica social mediante un lenguaje criollo, sencillo, jocoso, pero elegante al mismo tiempo. Tienes que contar historias que se desarrollen en tres minutos. No diluirte en palabrerías que no expresen nada. Lo más difícil es sintetizar. Muchas veces se te ocurre una idea fantástica y te propones hablar de ese tema. Sucede entonces que comienzas a escribir y cuando te das cuenta has llenado varias cuartillas. Ese texto, evidentemente, no sirve para un número de la música popular bailable. Hay que lograr que, en el menor tiempo posible, la gente sea capaz de entender lo que estamos contando y capte el mensaje que nos proponemos transmitir. Por ejemplo, “La barbacoa” es una obra de teatro de hora y media de puesta en escena aproximadamente, y nosotros contamos esa historia sólo en unos minutos. Prácticamente debes convertirte en un especialista de la síntesis. Hay quien lo hace por intuición; en mi caso ya tengo el oficio y las herramientas para decidir cómo hacer la historia breve y concisa. Creo que es uno de los aspectos más difíciles de lograr en el mundo de la composición”.
Cuando nos acercamos a la discografía de Los Van Van constatamos que, aunque hay muy buenos ejemplos, no ha sido una práctica habitual la unión ocasional de la orquesta con otros intérpretes invitados. Del tema también charlamos con el maestro Juan Formell.
“A mí siempre me ha gustado. Pienso que hay que nutrirse del aporte de artistas relevantes con quienes podamos hacer un trabajo conjunto. Recuerdo aquellas grabaciones antológicas con Silvio Rodríguez. Con él hicimos “Imaginada” y su obra “Llegué por San Antonio de los Baños”. Nos hemos unido también a Omara Portuondo, Beatríz Márquez, Elena Burke y muchos otros cantantes. Siempre el resultado ha sido fantástico y el público lo agradece mucho. Lo difícil, realmente, es poder conciliar el tiempo y el trabajo de unos y otros. Ahora, siempre que exista la oportunidad lo haremos, porque son acontecimientos musicales que quedarán para la historia”.
El diálogo con Juan Formell, un inmenso privilegio para cualquier entrevistador, fue extenso y fluido. Intenté, y creo haberlo logrado en alguna medida, charlar de lo humano y lo divino con este grande y admirado músico. Fue una entrevista que me permitió indagar acerca de sus presupuestos artísticos, al tiempo que pude apreciar las enormes cualidades humanas y los sueños de un apasionado hacedor musical.
Aún en nuestros archivos sonoros quedan otros momentos significativos de esta charla. Y por tanto, quedamos citados para nuestra próxima sección “Del éter a la web”. Hasta pronto, mis amigos internautas.
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