Duda no ofrece duda
11 de diciembre de 2017
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La destitución de la primera ministra de Polonia, Beata Szydlo, y su sustitución por el actual ministro de Finanzas y Desarrollo, Matreusz Morawiecki, va mucho más allá del aspecto económico que de ello parece trascender, y pudiera implicar el rechazo a la crítica de la Unión Europea (UE), a la que pertenece la otrora nación socialista.
El comité ejecutivo del partido que gobierna Polonia, la fuerza nacionalista y conservadora Ley y Justicia, al realizar esta sustitución pretende eludir la alarma que provoca en la UE una reforma judicial polaca que hace controlar la Justicia por el Ministro del ramo.
Hace dos años, el Partido Ley y Orden (PiS, por su sigla en polaco), de Jaroslaw Kaczynski, ganó por mayoría en Polonia, y desde entonces, el gobierno usa el pleno poder casi sin miramientos, pero ha hecho avanzar la economía, disminuir la desigualdad y cumple las promesas electorales, que le aseguran una probable victoria, si hoy se volvieran a realizar unos nuevos comicios.
PiS, el primer partido en ganar unos comicios generales por mayoría absoluta en la historia moderna de Polonia, ha impulsado una serie de polémicas iniciativas legales en los últimos dos años, como las reformas de los medios de comunicación públicos o del sistema judicial, además de mantener su negativa a acoger solicitantes de asilo dentro del mecanismo de relocalización impulsado por la UE.
Una de las últimas reformas judiciales ha provocado, como las anteriores, fuertes críticas internacionales, ya que supone reforzar el control político sobre el Tribunal Supremo y el órgano de gobierno de los jueces.
El principal partido de la oposición en Polonia, la fuerza de centro-derecha Plataforma Ciudadana, acusa al Gobierno de Ley y Justicia de promover reformas antidemocráticas y de alejar al país del resto de la UE con sus políticas autoritarias.
Sin embargo, la buena marcha de la economía (con una tasa de crecimiento del Producto Interior Bruto de casi el 5% por ciento durante el pasado trimestre) ha permitido al Ejecutivo superar las críticas y ganar apoyos en las encuestas.
Aunque Kaczynski, era uno de los posibles sustitutos de la primera ministra, la misma Szydlo, al firmar la dimisión de su cargo, confirmó que Morawiecki sería quien presida el poder Ejecutivo de Polonia.
Szydlo ya presentaba una moción de censura impuesta por el Partido Liberal de Polonia, por lo que comenzaron a surgir rumores sobre su destitución.
Mateusz Morawiecki estudió Administración de Empresas en la Universidad de Breslavia y es un destacado banquero de los principales bancos de Polonia, como el BZWBK, del Grupo Santander.
Muchos medios locales consideran que su nombramiento está relacionado a la intención de consolidar acuerdos con el presidente del país, Andrzej Duda, quien recientemente rechazó las políticas impulsadas por el partido PiS.
Por su parte, los analistas creen que la remodelación del gobierno es una estrategia para distraer la atención y culpar a la saliente Szydlo de los problemas causados por el gobierno.
Y en el plano internacional no hay dudas ni cambio, de tal manera que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció a su colega polaco la ayuda de su país en los agresivos planes norteamericanos para contener “el creciente peligro ruso”.
Como muchos conocen, Polonia sugirió y aceptó la presencia de tropas norteamericanas en su territorio, dando muestras de una total abyección a los planes militaristas estadounidenses para rodear a Rusia, al que las autoridades de Varsovia, consideran su principal enemigo. En ello Duda no ofrece duda.
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