Globalización: ¿libre comercio o proteccionismo?
16 de noviembre de 2017
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La contradicción entre libre comercio de una parte y proteccionismo por la otra, emergió tangencialmente en la recién concluida “Semana de Líderes Económicos” del Foro de Cooperación Asia-Pacífico (APEC) que tuvo lugar esta vez en la ciudad vietnamita de Da Nang –región centro-sur de ese país– donde otrora estuviese radicada la mayor base militar y aeronaval de las fuerzas de ocupación de Estados Unidos durante la guerra de agresión contra Viet Nam.
En un nuevo Viet Nam –libre, reunificado y en rápido crecimiento económico– se efectuó esta sesión del importante foro de 21 economías de la región Asia-Pacífico, creada en 1989 y donde hoy conviven más de la mitad de la economía y el comercio mundial; proclamado no por gusto por el gobierno imperialista de Estados Unidos como la región de máxima prioridad estratégica para sus intereses y dominación.
Teniendo en cuenta que la actual Administración Trump, por boca del propio mandatario y mediante una serie de medidas adoptadas desde su llegada a la Casa Blanca, se ha evidenciado como enemigo del libre comercio y la conformación de acuerdos regionales que favorezcan la integración económica –aún en los marcos de la globalización neoliberal– era lógico que la presencia de Washington en esta APEC estuviera marcada por dudas e incertidumbres.
La declaración final, sin embargo, mostró el aislamiento que rodeó a los puntos de vista del régimen estadounidense y en sus distintos aspectos hizo énfasis abiertamente en los principios originales de inclusión económica, financiera y social que lleven a una comunidad APEC “inclusiva, sostenible, sana y resiliente”.
Otras referencias al desarrollo integral y sistemático hacia un Área de Libre Comercio de Asia-Pacífico con el fin de hacer avanzar la integración regional y a un sistema de comercio multilateral basado en reglas, abierto, justo, transparente e inclusivo” reflejan claramente la intención de los participantes, independientemente del grado o de la magnitud de las relaciones que cada uno de los presentes pueda tener con el Washington actual.
Según círculos próximos al foro, la actuación de Trump fue en esta ocasión sorprendentemente cuidadosa en su habitualmente amenazante retórica y también se comentó la inteligente labor preparatoria de los anfitriones a lo largo de la etapa previa, conduciendo a preservar los objetivos originales de la APEC expresados en la declaración final y acorde con los intereses más generales y permanentes de los países miembros.
Al reiterar su compromiso para el año 2025 construyendo “un Asia-Pacífico continuo y conectado e integrado ampliamente” enviaron un mensaje con evidente destinatario.
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