Emisión conmemorativa del medio milenio de la villa de Santa María del Puerto del Príncipe, hoy Camagüey

12 de octubre de 2017

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Personalidades camagüeyanas, es el tema escogido para la emisión que recuerda el Aniversario 500 de la fundación de la villa de Santa María del Puerto del Príncipe en 1514, una de las siete fundadas en Cuba por el Adelantado Diego Velázquez en el siglo XVI.

Identifica el sello de cinco centavos el ilustre filósofo, maestro y patriota Enrique José Varona, quien se distinguió, entre otros aportes, por la creación de un plan de estudios para la segunda enseñanza en nuestro país.

Le sigue el timbre de 65 centavos donde se destaca la figura del consagrado artista camagüeyano de la plástica Fidelio Ponce de León, conocido como el pintor de los pinceles oscuros, por el predominio de las sombras en los trazos de sus lienzos.

El ídolo de las pistas, Rafael Fortún, quien se destacó por su brillante actuación en juegos olímpicos y otros certámenes deportivos nacionales e internacionales fue seleccionado para el sello con el valor facial de 75 centavos.

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Dos ilustres camagüeyanas personalizan los sellos de 10 y 15 centavos, respectivamente, la escritora y poetisa Gertrudis Gómez de Avellaneda –Tula–, autora de bellos poemas y otras piezas literarias y Vicentina de la Torre quien consagró su vida a la danza clásica.

A Jorge González Allué, conocido en el mundo de la trova tradicional cubana como Nené Allué, le dedican el timbre con el valor facial ochenta y cinco centavos donde acompaña su imagen la partitura de Amorosa Guajira, una de sus más emblemáticas composiciones.

Por último, no podía faltar en la hoja filatélica de esta emisión la imagen y el recuerdo del mayor general Ignacio Agramonte y Loynaz, hijo ilustre del Camagüey, uno de los más valientes y preclaros jefes militares de las luchas por nuestra independencia.

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En el diseño se destaca el parque donde se levanta el monumento que perpetúa su memoria en la ciudad de los tinajones, mientras que la emblemática iglesia de San Juan de Dios es el motivo del sello que contiene esta pieza con el valor facial de un peso.

La impresión se realizó en papel cromo por el sistema OFF-SET, en formato horizontal con las medidas 48 por 31 milímetros, excepto el sello de la hoja souvenir que aparece en formato vertical con las medidas 31 por 48 milímetros, todos con perforación 12 y medio. Circula a partir del 2 de febrero de 2014.

Las clasificaciones de los sellos de correos

Hoy les hablaremos acerca de los sellos de beneficencia y aquellos que se destinan a impresos y periódicos.

Comenzaremos con los sellos de beneficencia, conocidos también como benéficos.

Estas estampillas se emiten en situaciones de emergencia para socorrer con su recaudación, o parte de ella, a las víctimas de conflictos armados, desastres naturales como huracanes, terremotos, sunamis y fuertes lluvias, así como enfermedades y epidemias.

Por regla general determinadas Administraciones Postales ponen en circulación sellos gravados con un sobreprecio en relación con la tarifa normal.

Ese gravamen se destina a la ayuda humanitaria para disminuir, en lo posible, los daños y sufrimientos causados por esas calamidades y contribuir a la ayuda que reciben las personas afectadas.

Pertenecen a este grupo las emisiones pro Cruz Roja, pro Juventud, pro Fondo Cultural y otras de interés general para la comunidad.

Por su parte, los sellos que se destinan a impresos y periódicos fueron muy populares entre 1850 y 1870.

Hoy no se emiten pues para la expedición de estas publicaciones se recurre a ejemplares nominados de proporcionado valor.

Entre los sellos más famosos de esta categoría filatélica se encuentra el medio tornés azul intenso y el medio tornés de la Dictadura y de la Lugartenencia de la ciudad de Nápoles en 1860.

Estos sellos se utilizaron para el franqueo de impresos y periódicos distribuidos con abono especial, o sea con tarifa reducida.

En próximas audiciones continuaremos con estos temas.

Curiosidades de la Filatelia

El dos de abril de 1850 en un buzón de la ciudad española de Alicante fueron encontradas dos cartas franqueadas con sellos falsos.

Las misivas se enviaron inmediatamente a la Real Fábrica del Sello en Madrid donde se confirmó el plagio de las estampillas.

En aquellos días, a mediados del siglo diecinueve, el correo le confería una gran importancia a las falsificaciones de sellos postales por lo cual se iniciaron las investigaciones pertinentes.

Sólo en cuatro días la policía arrestó a un ciudadano nombrado Vicente Pastor en la ciudad de Alicante, además de otras tres personas en la ciudad de Murcia donde se llevó a cabo la impresión de los sellos falsos.

En un registro practicado en la casa de uno de los encartados la policía encontró todo el material utilizado para el fraude como la plancha de cobre, la prensa y otras piezas y accesorios.

A fines de abril de 1850 los acusados habían sido procesados por el tribunal correspondiente y sancionados a distintas penas, de acuerdo con las leyes vigentes al respecto en España y el grado de responsabilidad en los hechos.

El sello objeto de la falsificación es el valor de seis cuartos de real del cual existe una pieza única de gran valor por tratarse del primer sello falsificado del mundo.

Es oportuno aclarar que como esta falsificación se hizo con el objetivo de defraudar a la Administración Postal el único ejemplar que existe y los que pudieran aparecer en el futuro, tienen valor filatélico a diferencia de los falsos filatélicos, que como se sabe su objetivo es engañar y defraudar al filatelista.

El único ejemplar del falso español seis cuartos fue descubierto en 1929 en Madrid por un comerciante en un expediente judicial, quien lo vendió a un coleccionista y estudioso de San Sebastián que se nombraba Ramón Ruiz de Arcaute.

Las Agencias Postales Inglesas en Cuba

Un nuevo capítulo de la Historia Postal de nuestro país que comenzamos hoy

A mediados del siglo diecinueve Inglaterra era la mayor potencia colonial del planeta, sus posesiones abarcaban confines de los cinco continentes de la geografía mundial.

La reforma postal implantada en el país europeo en 1840 y el desarrollo registrado en sus comunicaciones por medio de barcos de vapor, fue la causa de que el transporte de la correspondencia por sus líneas de navegación adquiriera mayor importancia día a día.

La Royal Mail Steampacket Company o Mala Inglesa comenzó a extenderse por todo el mundo y esa influencia no solo dejó sentirse en el continente americano, sino también en el área del Caribe.

En abril de 1841 el señor James Mc. Queen, en su condición de agente de esa compañía solicitó a las autoridades españolas que la autorización para que sus buques tocaran puertos cubanos, mediante la exención de pagos de derechos de puerto, almacenamiento de carbón y otros rubros.

El agente inglés ofrecía a cambio seguridad y regularidad en el transporte de la correspondencia a toda la red de países donde sus barcos recalaban, pues el transporte de la correspondencia a Inglaterra, hasta entonces, se hacía en navíos de la armada británica los que disfrutaban de una serie de privilegios, los mismos que el señor Mc. Queen solicitaba para su compañía naviera.

El señor Mc Queen proponía comenzar los viajes, a más tardar, en octubre de 1841, con carácter provisional.

De manera que los barcos harían escala en Baracoa, en el extremo este de Cuba, donde trasbordarían la correspondencia y las mercancías para el barco español que hacía el recorrido por las Antillas.

El proyecto contemplaba que en un futuro los puertos definitivos serìan La Habana, Matanzas y Santiago de Cuba.

Continuará.