El corto camino de la vida
13 de octubre de 2017
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Uno comienza a envejecer minutos después de haber nacido y este proceso solo se detiene con la muerte. Para el ser humano, sin embargo, ello no constituye una preocupación hasta el momento en que es encasillado como de la tercera edad, no importa lo bien que esté conservado.
Para la sociedad, trabaje o no, usted sencillamente será un viejo. Es un proceso que comienza con las primeras lágrimas del recién nacido, en la mismísima sala de parto, hasta el llanto colectivo de quienes le quieren y lamentan su desaparición física.
La vida es una sola, por demás muy corta, y no siempre es aprovechada al máximo, en cuanto a la adquisición de conocimientos, amar, conocer y disfrutar de las bondades que nos da el entorno donde nacimos y vivimos. Otra historia es la calidad de vida cuando uno llega a la tercera edad.
El mundo recibió el 2017 con más pediatras que geriatras, aunque existan más 900 millones de personas que superan los 60 años. Pero los especialistas alertan que en 2050 estos nuevos integrantes de la tercera edad sumarán 2 090 millones, que significarán el 21.5 por ciento, un nuevo reto para las sociedades en la atención y cuidado con el objetivo de proporcionarles una mejor calidad de vida.
Crear nuevos asilos, en muchos casos, es hacer crecer almacenes de humanos de la tercera edad para que tengan un lugar donde esperar la muerte, y dichosos aquellos que en estas instalaciones gozan de atención médica, buena alimentación y distracciones.
Mucho falta por hacer aquí y sobre todo en el resto de América Latina y el Caribe, para que al final del camino puedan disfrutar de sus últimos años los que durante décadas trabajaron y aportaron con sus fuerzas y conocimiento a la mejoraría de sus respectivos pueblos.
.Si la mayoría de los recursos en cada nación se dedicara a la salud, la educación y en lograr una mejor calidad de vida para sus ciudadanos –como podría afirmarse sucede en Cuba–, no cuando ya sean ancianos, sino desde el nacimiento mismo, se incrementarían aquellos que con salud y vigor puedan llegar a la tercera edad.
De esa manera millones de personas pudieran tener unos años más para cooperar con la producción en sus respectivos países, hacer más largo el camino de la existencia y disfrutar un poco más en compañía de sus seres queridos, precisamente, como dice una canción, en momentos cuando se le va la vida.
Los más envejecidos, en cifras
Los países más envejecidos en nuestro entorno, según datos recientes, son; Cuba (19.4%), Uruguay (19.1%), Chile (15.7%), Argentina (15.1%), Costa Rica (12.8%), Brasil (11,7%), El Salvador (11,5%), Panamá (10,9%), Colombia (10.8%) y Perú (10%).
El resto son jóvenes: Ecuador (9.9%), República Dominicana (9.7%), México (9.6%), Venezuela (9.4%), Bolivia (9.2%), Paraguay (9%), Nicaragua (7.8%), Honduras (7.2%) y Guatemala (7%). Llama la atención la rápida tasa de envejecimiento para todo el continente.
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