Irán: lo que Trump pretende abolir
12 de octubre de 2017
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Vuelve el tema nuclear iraní a poner los pelos de punta a la comunidad internacional. Y no por culpa de la República Islámica de Irán, sino porque el presidente norteamericano Donald Trump amenaza con echar abajo el Acuerdo Nuclear logrado entre el Grupo 5 más uno y Teherán en el año 2015, el más completo pacto de paz que se haya rubricado sobre tan espinosa polémica.
Demoró diez años elaborar aquel documento que involucró no solo a Estados Unidos e Irán, sino también a Francia, Gran Bretaña, Rusia, China y Alemania y que establece que Irán y el Grupo 5+1 realizarán encuentros al menos dos veces al año para evaluar su implementación y su cumplimiento.
Se acuerda que Irán se compromete a realizar un uso “exclusivamente pacífico” de la energía nuclear y no desarrollará, “bajo ninguna circunstancia”, ni tampoco adquirirá, armas nucleares.
Para llegar a lo que hoy quiere destruir Trump, se puso a prueba el poder de resistencia y la capacidad negociadora de las autoridades persas.
Recordemos que en una oportunidad hasta un ultimátum dio Estados Unidos a Irán, con amenazas letales de apresar sus naves civiles en medio de los mares y hasta de lanzar ataques sorpresivos contra el territorio persa.
Junto a ello, Israel, el principal aliado norteamericano, que siempre se opuso a todo acuerdo con las autoridades de Teherán, ha optado por amenazar a esa nación con el uso de bombardeos, incluso, a sabiendas que Israel si tiene armas nucleares en cifra superior a las 200 ojivas y no cumple ningún convenio internacional para la regulación de su uso.
Cuando se firmó el Acuerdo en Viena, 2015, la propia Frederica Mogherini, Alta Representante de la Unión Europea lo calificó como un “momento histórico”.
Se trataba, por primera vez del hecho de que las potencias mundiales reconocieran que el desarrollo nuclear iraní era con fines pacíficos, mientras esa nación comenzaba una moratoria de 15 años en la que no enriquecería uranio más allá del límite establecido del 3,67%.
Asimismo, las sanciones de la ONU contra la República Islámica, incluyendo todas las prohibiciones económicas y financieras, serían levantadas por medio de una nueva Resolución de Naciones Unidas.
Para que el mundo conozca la manera de pensar y actuar de unos y otros. En el país persa se califica la situación a la que se llegaba en 2015 tras el Acuerdo pactado, como “el fin de una crisis innecesaria”. Mientras, el primer ministro israelí calificaba el acuerdo como “un error de proporciones históricas”.
Hoy Trump usa más o menos el mismo calificativo que el Premier israelí.
Cuando llegó a la Casa Blanca el actual mandatario, Donald Trump, con su disparatada política de “abolir” todo lo hecho por administraciones anteriores aunque dieran seguridad al mundo y en especial a Estados Unidos, el tema nuclear iraní volvió a la agenda con el enfoque que ahora pretende aplicar el magnate inmobiliario devenido en jefe de la nación norteña.
En medio de su diferendo con la República Popular Democrática de Corea, país que si tiene armas nucleares, Trump, con amenazas arrogantes, pretende abrir un nuevo frente que hace más de dos años estaba cerrado: el tema nuclear iraní.
En este caso, la escasa lógica —si es que tiene alguna— ha llevado hasta sus propios aliados europeos a rechazar tal pretensión, pues consideran firmemente que Irán cumple con todo lo pactado en el acuerdo con el Grupo 5 más uno.
Tampoco importa a Trump la opinión del Organismo Internacional de Energía, encartado de monitorear in situ el cumplimiento del Acuerdo por parte de la nación persa, y que en todos sus informes reconoce que “Irán está cumpliendo con la totalidad de lo pactado” y “no hay ninguna evidencia de lo contrario”.
Lo que de manera ligera y provocadora quiere hacer ahora el mandatario norteamericano, con su amenaza de romper con el Acuerdo nuclear iraní, equivale a prender una mecha más, que puede agregar combustible a otras ya abiertas por los propios Estados Unidos.
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