Edificio de la calle Mercaderes No.162 esquina a Lamparilla
23 de octubre de 2017
|Antigua Ferretería Isasi.
Hoy: Museo de Los Bomberos y vivienda.
El Museo de los Bomberos se estableció en los bajos de Mercaderes 162, luego de haber sido rehabilitado el edificio. En el nuevo proyecto ejecutado por los especialistas de la Oficina del Historiador, se reconstruyó la planta alta destinando su uso a vivienda, tomando en cuenta la labor social que desarrolla nuestra institución, para garantizar el mejor hábitat de sus moradores. El local que desde hace algunas décadas funcionaba como museo, se vio muy afectado estructuralmente y un nuevo proyecto garantizó su permanencia y su uso algunos años después, garantizando su reapertura.
La historia del inmueble se remonta varios siglos atrás, cuando la parcela de terreno donde se levanta, se encontraba ocupada por una sencilla vivienda de pequeños dimensiones, de rafas, tapias y cubierta de tejas, con dos cuartos esquineros en la confluencia de las calles Mercaderes y Lamparilla, contaba con accesorias comerciales en planta baja. Avanzaba la segunda mitad el siglo XVIII cuando pertenecía en propiedad a don José Miguel Muñoz, vecino de la ciudad. Cambió de propietarios consecutivamente y en 1814 la adquirió el Monasterio de Santa Teresa de Jesús.
A finales del siglo XIX se reconstruyó con cubierta plana de azotea, transformándose su primitivo aspecto colonial. En 1919 las madres religiosas vendieron a los señores Juan Antonio y Manuel Aspuru y San Pedro, quienes solicitaron licencia a la Alcaldía Municipal en 1921 para ampliarla y remodelarla, construyéndole un piso alto. En 1924 adquirió la apariencia constructiva con la que llegó a nuestros días, estando dedicada a comercio y oficinas.
En el inmueble radicó la famosa Ferretería Isasi, al fondo de la misma se encontraban los almacenes de depósitos de las mercancías cuando un lamentable incendio de grandes proporciones consumió hasta la ruina a la edificación el 17 de mayo de 1890. En el siniestro, perdieron la vida un notable grupo de personas, agentes del orden público, bomberos y algunos vecinos curiosos que se asomaron al lugar de los hechos. Una tarja ubicada en fachada rememora los acontecimientos y lista los nombres de los fallecidos, donde en el presente se le rinde homenaje a la valentía y el deber del Cuerpo de Bomberos de La Habana, cada año en su aniversario.
En el Museo de los Bomberos, se exhiben en vitrinas objetos personales e instrumentos utilizados por estos abnegados hombres mientras que un mural en la pared al fondo, escenifica el desastre aquí ocurrido.
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