Conexión de la cultura con los objetivos del desarrollo humano

29 de junio de 2017

|

Martha Oneida Pérez Cortés

 

 

La Doctora arquitecta cubana Patricia Rodríguez Alomá planteó la existencia de cinco temáticas emergentes de la gestión del desarrollo integral de los centros históricos. Estas son la gobernabilidad, sostenibilidad económica, sostenibilidad cultural, sostenibilidad ambiental y la sostenibilidad social. A cada una de estas les adjudicó, cinco indicadores fundamentales. Algunos de estos indicadores pueden considerarse como estratégicos o sinérgicos, porque generan correlación de interdependencia, es decir que con su presencia garantizan el desarrollo de otros.

Los indicadores de la sostenibilidad cultural son: aplicación de políticas culturales de proximidad; la conexión de la cultura con los objetivos del desarrollo humano; desarrollo del turismo, industrias culturales y economías creativas eslabonadas; conservación y construcción de identidad local y conservación y desarrollo del tejido urbano y arquitectónico.

De ellos considero el más estratégico la conexión de la cultura con los objetivos del desarrollo humano.

Este indicador establece una fuerte relación entre la recuperación del patrimonio tangible e intangible de un territorio con la satisfacción de las necesidades humanas de la población residente. Generalmente los centros históricos han estado desatendidos y no han sido centro de ejecución de políticas públicas. Todo ello propicia la concentración de la pobreza, la migración, comercio callejero, la violencia, contaminación ambiental y otros males sociales. En los planes de recuperación del patrimonio, la cultura, debe ser considerada por la entidad líder del proceso, como el aglutinador fundamental de todas sus acciones y valorarla como activo económico para el desarrollo social. La presencia de este indicador marca la responsabilidad del sector público en la satisfacción de las necesidades de la población. Este indicador propone la utilización de los recursos de las actividades económicas existentes en función de proyectos y programas sociales.

 

 

En el Centro Histórico La Habana Vieja esto se materializa a través de la consideración de la cultura como el eje fundamental de todo el proceso de recuperación que se realiza. El resultado de esta visión es la creación de gran variedad de casas museos con diversas temáticas. Estas organizan mensualmente un grupo de actividades como conferencias, exposiciones, talleres para los distintos grupos poblacionales y en algunos casos no esperan que el público acuda a sus salas, sino que ellos salen para brindar sus ofertas en la comunidad.

A su vez se organizan en el territorio diversos festivales culturales, de danza, música antigua y coral, de piano y de distintas nacionalidades.

De esta forma se contribuye a la satisfacción de las necesidades humanas de recreación y aprendizaje.