La ansiedad por soledad

22 de junio de 2017

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Fernando Gispert Muñoz

 

 

La ansiedad en una función fisiológica muy importante relacionada con la supervivencia, está presente en los organismos superiores y junto al miedo, la ira, la tristeza o la felicidad ayudan a la adaptación del cuerpo a las agresiones externas.

La ansiedad específicamente es una anticipación a daño o desgracia futuros, se acompaña de un sentimiento desagradable y síntomas de tensión. Cierto grado de ansiedad es normal ante los desafíos de la vida, pero cuando esta condición sobrepasa la capacidad adaptativa se considera patológica.

La Ansiedad por Separación oAnsiedad por Soledad se presenta en nuestras mascotas mucho más comúnmente de lo que pensamos. Fundamentalmente en animales afectivos. No se observa manifestaciones palpables de esta emoción en peces y reptiles.

En perros se observa muy a menudo debido a su condición de animal altamente social. Para esta especie la delicada jerarquización de mando en la manada e incluso las relaciones interespecies son importantes. En ocasiones el vínculo con el propietario (human-pet link) son tan poderosas que pueden ser patológicas. Cuando un perro es aislado de su manada, otras especies o el propietario, puede desarrollar un proceso de estrés, afectar el sistema dopaminergico, disminuir sus defensas orgánicas y desarrollar esta enfermedad.

Los síntomas pueden variar y para su diagnóstico se requiere de un estudio holístico del caso. Generalmente el animal al quedarse solo en casa orina y defeca en lugares inadecuados, destruye objetos dentro de la casa como cortinas, porcelanas, almohadas, araña paredes y puertas, así como vocaliza constantemente. Esta conducta se acompaña de excesivas muestras de alegría al recibir al dueño al igual que exageradas muestras de angustia al partir éste fuera de casa, aunque sea por pocos minutos.

Esta enfermedad puede llegar a convertirse en un problema serio en la relación del dueño con su mascota, traer problemas con el resto de la familia y lo peor es que el perro puede quedar vulnerable a otras enfermedades al disminuir sus defensas orgánicas. Al tener el perro una gran cantidad de receptores inmunógenos en la piel, a veces lo primero que se presentan son dermatitis sin percibir que la enfermedad de base es la ansiedad.

Las terapias para realizar el control de este disturbio son disímiles y su veterinario es el encargado de realizar el diagnóstico correcto en instaurar tratamiento. La mayoría de los animales de raza flemática realizan un mecanismo de contención emocional y no desarrollan la enfermedad al quedarse solos. Un porciento medio necesita técnicas de PARTIDAS PROGRAMADAS, durante las cuales el propietario entrena a su mascota en aceptar su ausencia a través de salidas, las cuales se van espaciando en el tiempo hasta habituar al animal.

Ocasionalmente la terapia puede incluir la presencia de otro animal en la casa, que puede ser de su propia especie o no, pero que contribuye a crear un vínculo que favorezca a mejorar la ansiedad.

En muy pocas ocasiones es necesario recurrir a la terapia medicamentosa.

De cualquier forma, lo importante es trabajar por adquirir un animal equilibrado mentalmente, entrenar a su mascota desde joven y consultar a su veterinario siempre.