Antigua casa de Gabriel Beltrán de Santa Cruz
26 de junio de 2017
|Hoy: Hotel “Beltrán de Santa Cruz”.
Calle San Ignacio No. 411 entre Muralla y Sol.
A pocos pasos de la Plaza Vieja, una elegante mansión colonial acoge al visitante convertida en una acogedora hospedería. La amalgama de elementos modernos y antiguos es motivo que exalta la originalidad de su atractivo diseño recreado por los especialistas de la Oficina del Historiador de la Ciudad.
Se conoce que la vivienda fue construida por los progenitores de don Gabriel Beltrán de Santa Cruz, el primer Conde de San Juan de Jaruco, acaudalado personaje de la sociedad de su época. Posteriormente perteneció a los descendientes del Marqués de Cárdenas de Monte Hermoso. El misticismo de las reuniones y fiestas que se dieron en su espacio enriquecen la historia de la casona. En su recinto se brindó agasajó a las más distinguidas personalidades que visitaron la ciudad, entre ellas al Barón Alejandro de Humboldt, el eminente científico alemán, y a tres príncipes franceses: el Conde de Beaujolais y los Duques de Montpensier y de Orleáns, este último se convirtió posteriormente en el Rey Luis Felipe I de Francia.
En 1879 los herederos de don Sebastián de Peñalver y Sánchez –Marqués de Casa Peñalver– y doña Concepción Peñalver y Cárdenas se adjudicaron parte de esta casa que había pertenecido a sus padres ya fallecidos. A finales del XIX se describía el inmueble como una casa de altos y bajos, construida de mampostería, cantería y cubierta de tejas, con patio central rodeado de galerías. Tipología propia de las construcciones destinadas a vivienda.
En igual fecha la porción de esta vivienda perteneciente a la familia Peñalver fue vendida a don Sebastián Fernández de Velazco, heredándola su hijo después de su muerte. A mediados del siglo XX continuaba en poder de la sucesión de esta familia, aunque no la habitaban, si no que la arrendaron por partes a terceros, interesados en instalar aquí su negocio o modesta morada.
Con el paso del tiempo se fue transformando y deteriorando paulatinamente. En la segunda mitad del siglo XX se convirtió en ciudadela, con un lamentable estado de conservación, hasta que se incluyó en los planes de restauración elaborados para el centro histórico. De ahí que hoy desempeñe esta nueva función.
Galería de Imágenes
Comentarios