Casa de la Calle Lamparilla No. 114 esquina a Cuba

19 de junio de 2017

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Zenaida Iglesias Sánchez

Antiguo “Colegio de Abogados”.
Hoy: Centro Especializado de Salud “Senén Casas Regueiro”.

 

 

El Centro de Rehabilitación Pediátrico “Senén Casas Regueiro” sobresale dentro de la obra social emprendida por la Oficina del Historiador de la ciudad. Quedó instalado hace algunos años en una hermosa mansión colonial que fue restaurada por los especialistas de nuestra institución. Posee capacidad para atender aproximadamente 40 niños semi-internos, juntos a los que reciben tratamientos ambulatorios. En esta institución se tratan niños con parálisis cerebral infantil, por lo que cuenta con equipamiento moderno, tecnología terapéutica de avanzada y un personal especializado, junto a los padres de los propios infantes discapacitados.

La historia del edificio nos remonta al siglo XVIII: Se conoce que en el año 1791 existían en este solar dos casas, una baja y otra alta, construidas con paredes de rafas, tapias y cubiertas de tejas, las que fueron adquiridas por doña Teresa Santa Cruz y Calvo de la Puerta –“Condesa de San Juan de Jaruco”–.

 

 

Esas antiguas construcciones fueron demolidas para levantar una sola mansión por el señor Lorenzo Justiniano, quien introdujo en la nueva edificación elementos constructivos propios del siglo XIX. Hacia 1824 don Francisco Fernández adquirió los locales de la planta baja en arrendamiento para dedicarlos a comercio.

Cambió indistintamente de propietarios y en las primeras décadas del pasado siglo XX pasó al estado cubano. Posteriormente se instaló aquí la Academia de Música de la Banda del Estado Mayor del Ejército.

El 19 de diciembre de 1944 el Dr. Alberto Blanco y Sánchez, Decano del Colegio de Abogados, adquirió esta casa a nombre de esta institución que representaba. Aquí permaneció esta entidad hasta el 1 de septiembre de 1962 en que se trasladó a su nueva sede en el Municipio Plaza de la Revolución.

 

 

En la época en que la ocupó el colegio, la casa fue objeto de grandes obras de remodelación por los arquitectos Govantes y Cavarrocas, con el objetivo de readaptar los locales de la edificación a esta función y su mejor desenvolvimiento.

En el local esquinero de la calle Lamparilla se instaló poco después de abandonar el uso referido una delegación de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), hasta que en 1966 fue ocupado el edificio por una escuela de enseñanza primaria.

En las décadas siguientes, la falta de mantenimiento y el uso inadecuado de sus espacios condicionaron el gradual deterioro del edificio, que fue desocupado en los años ’90 para trabajar en su rescate, con la imagen y función que llega al presente.