Rebaja que aumenta
29 de mayo de 2017
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Donald Trump acaba de presentar ante el Congreso quizás la más controvertida ley del abanico de promesas de su campaña presidencial, una propuesta que tardará meses en discutirse y es posible tenga la misma respuesta que el fracasado intento de eliminar la política de salud impuesta por el anterior presidente, Barack Obama, que aumenta considerablemente el número de personas acogidas al seguro de salud.
Como todo lo que trata de realizar –para bien o para mal, el tiempo lo dirá–, el mandatario no solo tiene la oposición del Partido Demócrata, sino en la misma bancada de su Partido Republicano.
Pienso que esta ley es muy importante para Trump, porque juega con su famosa propuesta de lograr unos 25 millones de empleos y aliviar la situación de un enorme número de trabajadores calificados estadunidenses que fueron cesanteados, al marchar sus empresas al exterior, en busca de un mayor lucro, al conseguir mano de obra más barata.
Para nadie es un secreto que Trump pretende un incentivo a la repatriación, para que las grandes empresas lleven de vuelta a EE.UU. el dinero que tienen en el extranjero.
Gary Cohn, director del Consejo Nacional de Economía, y Steven Minuchin, secretario del Tesoro, fueron quienes informaron sobre el plan tributario de Donald Trump, calificado como el mayor recorte de impuestos de la historia de Estados Unido.
La pieza central del plan es una fuerte reducción en la tasa de impuestos a las corporaciones o grandes negocios, que pasaría del 35% al 15%.
Críticos como el senador demócrata Chuck Schumer, señalaron que “el plan del presidente facilita claramente la vida a los más ricos y los intereses especiales, y la complica a los estadounidense de clase media y bajos ingresos”.
Simplifica los rangos salariales (tramos fiscales) de 7 a solo 3: 10%, 25% y 35%; y aumenta el monto de ingresos sobre los que no se aplican impuestos, es decir, las parejas no pagarán impuestos sobre los primeros 24 000 dólares que ganen; elimina el impuesto a las herencias y simplificar el proceso de declaración de impuestos.
Gary Cohn aseguró que EE.UU. es uno de los países menos competitivos del mundo en impuestos corporativos y que por eso es necesario el recorte.Pero economistas críticos temen que se aumente la deuda del Estado enmiles de millones de dólares durante la próxima década.
Dice Trump que hay 20 países que cobran más impuestos a las empresas, perro los demócratas creen que los recortes beneficiarán solo a las personas de ingresos altos.
El senador demócrata Sherrod Brown piensa que la tasa del 15% para los corporaciones es posible solo “si uno quiere abrir un agujero en el presupuesto federal y cortar muchas cosas (…) y luego mentir sobre la tasa de crecimiento de la economía”, como quiere hacer creer Trump, al estimar que aumentaría a 3% el crecimiento anual.
Otro senador demócrata, Ron Wyden, calificó la propuesta como un “regalo para la élite”, y Chuck Schummer, también demócrata, dijoque si ofrece un gran recorte de impuestos para los más ricos, no será aprobado por su partido.
El Tax Policy Center, una organización independiente de investigación en asuntos tributarios, estimó que la recaudación caería en 6,2 billones (miles de millones) de dólares en una década y que la deuda aumentaría en 7,2.
Según la Tax Foundation, otro centro de estudios sobre política impositiva, los ingresos caerían en al menos 4,4 billones de dólares, pero una gran parte podría recuperarse con nuevos ingresos.
“La Casa Blanca quiere que los impuestos bajen, pero ¿para quién? ¿y cómo se pagará este recorte?”, se pregunta Anthony Zurcher, corresponsal de la BBC en EE.UU.
Y esta atinada pregunta se podrá responder con otra: ¿Por qué aparece en una nebulosa la declaración de impuestos del propio Trump?
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