En defensa de Gibara (III)

17 de mayo de 2017

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María Victoria Pardo Miranda

 

La integralidad también propició el festival de cine

La integralidad de Gibara es uno de sus principales valores patrimoniales, aseguró el arquitecto Alberto Mora Reynaldo en su intervención durante las últimas jornadas de arquitectura vernácula en La Habana dedicadas, precisamente, al aniversario doscientos de esa ciudad holguinera.

Tras esa aseveración en el foro, buscamos al experto para que ampliara su tesis: “En Gibara se fue fomentando una cultura a partir de lo que se iba construyendo, una retroalimentación entre lo tangible y lo intangible. Cuando hablamos de integralidad hay que tener en cuenta el edificio, el paisaje urbano, pero hay que tener en cuenta al hombre con toda su cultura, con todas sus tradiciones, con todas sus costumbres, con todos sus valores humanos”.

Y prosiguió desde el punto de vista de su especialidad: “Los arquitectos no podemos ver el edificio físico, ni el espacio urbano, histórico, cultural, paisajístico, sino tenemos que verlo en la integralidad con el ser humano que vive allí, que lo defiende, que incluso tiene necesariamente que transformar su vida, tiene que adaptarse a la contemporaneidad y tiene que ver cómo esa contemporaneidad convive con lo histórico, hay que verlo de esa manera integral”.

 

¿La integralidad de Gibara ha hecho posible que se mantenga un festival de cine tantos años?

“Por supuesto que sí. El festival de cine llegó a Gibara por esa integralidad de sus valores, en cuanto a que los cineastas hablan de lo natural, del paisaje, de la vinculación del paisaje arquitectónico, urbanístico con el natural, el mar… Pero también con la propia figura del gibareño, a su expresión, a su conocimiento cultural, a sus tradiciones, a sus costumbres”.

Mora Reynaldo dijo aún más: “Todo eso es lo que hizo que el festival se diera en Gibara, esas fueron las ideas de Humberto Solás al fundarlo, por eso se ha defendido contra todas las mareas y llevamos trece ediciones aunque esta sea la primera con otro nombre: Festival Internacional de Cine de Gibara, que representa una nueva dimensión del festival, pero también la continuidad del anterior”.

Y finalizó: “Estoy absolutamente seguro de que el festival se mantendrá en Gibara por los siglos de los siglos”.