En defensa de Gibara (I)
4 de mayo de 2017
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Se cumplieron las profecías de Cristóbal Colón
En sus doscientos años de fundada, la ciudad de Gibara asentada en la provincia de Holguín estuvo en el centro de la atención del país mediante las XIV Jornadas Técnicas de Arquitectura Vernácula y el otrora Festival de Cine Pobre, hoy Festival Internacional de Cine de Gibara, eventos celebrados recientemente.
Durante el primero de esos encuentros, acaecido en La Habana Vieja con el auspicio de la Cátedra Gonzalo de Cárdenas de Arquitectura Vernácula, sus representantes accedieron a ofrecer detalles sobre los valores históricos, arquitectónicos y paisajísticos que determinaron la condición de Gibara como Monumento Nacional en el año 2004.
Una de ellas, la historiadora Ángela Peña Obregón recordó que fue Cristóbal Colón el primero que vio las potencialidades del puerto y de la bahía para hacer allí las primeras fortalezas o la primera ciudad fundada en América. “Unos trescientos cincuenta años después se cumplieron las profecías de quien celebró el área por sus aires, por lo fértil de la comarca con un peñón alto donde bien podría hacer una fortaleza; la bahía devino puerto holguinero y se fundó allí una batería que dio lugar a la ciudad que este 16 de enero cumplió 200 años”.
Agrega la estudiosa que en todo el siglo XIX fue un puerto muy próspero, el sexto de interés en toda la Isla y ya en 1822 se abrió al comercio mundial, especialmente al de Europa, Hispanoamérica y Estados Unidos, país desde donde se traían las maquinarias para la comarca. Todo ese interés mercantil que tuvo el puerto hizo posible la edificación de bellas residencias de sociedades, inmuebles patrimoniales que conforman el conjunto Monumento Nacional.
También al valor paisajístico de la bahía y de los mogotes del grupo orográfico Maniabón que le sirven de fondo, se refirió Peña Obregón: “ese entorno natural tan bello junto a todo el patrimonio construido por el hombre durante los siglos XIX y XX, ha propiciado que sea una de las ciudades de mayor interés patrimonial de la provincia de Holguín”.
Este patrimonio actualmente se encuentra un poco degradado no solo por la acción del hombre, sino también por la inclemencia de la naturaleza: “fue afectado por los últimos ciclones sobre todo el área de la comarca, la línea defensiva de cien fortines localizados y donde aún quedan las huellas de los meteoros pero que, por suerte, se encuentran las bases y podrán ser consolidadas en cualquier momento”.
Asegura la experta que a Gibara siempre le ha afectado el no tener un equipo técnico de monumentos fuerte, el no tener un plan maestro allí y el no contar con un presupuesto para emprender el rescate de este valioso legado cultural.
“El hecho de que le hayan sido dedicadas las jornadas de arquitectura vernácula servirá de apoyo para salvar este patrimonio histórico y patrimonial que hoy ostenta la villa y damos gracias a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y a la Cátedra de Arquitectura Vernácula por habernos dado este reconocimiento y sobre todo a aquella persona que lo ha atesorado y cuidado en todas las épocas, el doctor Antonio Lemus Nicolaus”.
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