Bomberos en La Habana
26 de abril de 2017
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Durante cerca de siglo y medio, La Habana contó con dos cuerpos de bomberos: los municipales y los del comercio. A pesar de los fuertes siniestros que afectaron a la capital, principalmente los de 1775 en Casa Blanca y los de 1802 y 1828, que arrasaron con el barro de Jesús María, la ciudad no tuvo bomberos hasta el 12 de diciembre de 1835.
Fue en esta fecha cuando el Capitán General Miguel Tacón y Rosique creó el Cuerpo de Honrados Bomberos y Obreros –bajo el mando del coronel de ingenieros don Ramón Pastor–, integrado por cerca de 200 hombres, entre los que primaban albañiles, plomeros y carpinteros.
Se les uniformó con casaca azul turquí, cuello y bieses rojos y pantalones blancos y se favoreció con rango de milicias
En 1862 el cuerpo se había incrementado hasta contar con mil doscientos ochenta efectivos, y los únicos que percibían salarios eren los jefes, el cirujano, el corneta y los escribientes, el resto del personal era voluntario. La primera bomba de vapor fue adquirida en 1875.
Respecto a la prevención de incendios, existían las Ordenanzas de Construcción para la Ciudad de La Habana en las que cuarenta y dos de sus artículos estaban destinados a prevenir los siniestros.
El 26 de febrero de 1876 se creó el Cuerpo de Bomberos del Comercio con 150 hombres, y en abril de 1891 ambas instituciones recibieron el título de Muy Benéfico y la Cruz de Primera Clase de la Orden Civil de Beneficencia.
En abril de 1902 ambos institutos fueron fusionados con el nombre de Cuerpo de Bomberos de La Habana, como una dependencia del gobierno municipal. En mayo de 1964 se crea la Dirección General de Prevención y Extinción de Incendios, del Ministerio del Interior.
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