María Teresa Carrillo
25 de abril de 2017
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Una vez que terminamos de publicar en esta sección la gran mayoría de las epístolas que figuran en nuestro libro Ernesto Lecuona: cartas, que se vende en varias de las librerías del país, procedemos a incluir en De Ayer y de Siempre muchas de las notas biográficas publicadas al final de la obra.
Ellas tienen como objetivo informar a los lectores quiénes son las personalidades citadas en las cartas.
Carrillo, María Teresa (La Habana, 1932). Soprano. Su primer apellido era realmente Sardiñas, pero configuró su nombre artístico usando el de su esposo: Enrique Carrillo. Estudió canto con Paul Csonka. Junto con Iris Burguet y José Le Matt fue escogida en 1951 para representar a Cuba en el Festival de Salzburgo, en Austria, pero la asistencia de ellos se frustró al despilfarrar el gobierno imperante la asignación monetaria oficial para ese viaje. El 25 y 26 de septiembre de ese año intervino en el Anfiteatro de La Habana en la puesta en escena de la ópera El niño y los sortilegios, secundada por la Orquesta Filarmónica, bajo la dirección de Thomas Mayer. Posteriormente ofreció recitales en el Lyceum y Lawn Tennis Club y en sociedades culturales. Después marchó a Nueva York a fin de perfeccionar sus estudios de canto con la profesora Elisabeth Schumann.
A su regreso a Cuba emprendió una intensa faena profesional en la televisión. En 1956 actuó en la sala Hubert de Blanck en el estreno en Cuba de dos óperas de Gian Carlo Menotti: La médium, al lado de Rita Montaner, y El teléfono. Contratada por Pro-Arte Musical, ese año asumió en el Auditórium el rol de Despina en la ópera Così fan tutte. Al siguiente año grabó para la Victor el disco Look at me, love, acompañada por la orquesta de Terig Tucci, y se anotó un rotundo éxito en su trayectoria artística con la American Ópera Society al presentarse en el neoyorquino Town Hall en El retablo de maese Pedro, de Manuel de Falla, en cuya puesta en escena encarnó el personaje del Trujamán. Otra importante actuación suya en el exterior durante esos años tuvo lugar en el hotel Hilton, de San Juan, Puerto Rico, donde cantó páginas de Eduardo Sánchez de Fuentes y Ernesto Lecuona.
Se radicó en Estados Unidos en 1960 y en varias oportunidades cantó en Radio City Music Hall y el Carnegie Hall, de Nueva York. Por aquella época, también se presentó en el hotel Sheraton, de Tel Aviv, Israel. A partir de 1966 vivió un tiempo en Lima, la capital peruana, donde también hizo algunas presentaciones. Luego de su regreso a suelo norteamericano, sería contratada en Miami por Pro-Arte Grateli para protagonizar zarzuelas y operetas en 1978 y 1979. En la actualidad se encuentra retirada del arte.
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