La Orquesta Femenina de Cuba
22 de febrero de 2017
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Anacaona, la orquesta femenina de Cuba, cumplió el pasado viernes 17 de febrero 85 años de su fundación. La agrupación, creada por Concepción Castro y sus hermanas ese día del año 1932, debutó en el cine teatro Payret como primer sexteto femenino de son, y a partir de 1934 se convirtió en una de las orquestas más originales de nuestro país, transformándose en Jazz Band o Charanga Típica, alcanzando gran popularidad por sus genuinas interpretaciones en los llamados “Aires Libres del Prado”, ubicado en los exteriores del Hotel Saratoga.
A partir de 1983, Anacaona continúa con nuevos bríos, bajo la tutela de la segunda directora y fundadora de la agrupación musical, Alicia Castro, quien orienta a las hermanas Georgia (bajista) y Dora Aguirre (saxofonista), ambas graduadas del Conservatorio Amadeo Roldán, en la supervivencia de la orquesta, trasmitiéndoles las experiencias adquiridas hasta 1987 en que se jubila, fecha en la que Georgia asume la dirección del actual formato en compañía de otras jóvenes también egresadas de las escuelas de arte.
La Orquesta Anacaona, que ha viajado el mundo entero presentándose y trabajando al lado de figuras relevantes del pentagrama nacional e internacional, desarrollará una amplia faena conmemorativa por su octogésimo quinto cumpleaños de labor interrumpida, con una gira por los barrios habaneros, comenzando en el Municipio Habana Vieja (Prado y Neptuno), al que le siguen: Centro Habana (Parque Trillo), 10 de Octubre (Plaza Roja), Cerro (Latinoamericano), continuando por el resto de los once municipios de la capital y concluyendo con una Gran Gala el 20 de octubre, Día de la Cultura Cubana, en el teatro Mella. Allí compartirá escenario con la Gran Diva del Buenavista Social Club, Omara Portuondo, y Lizt Alfonso Dance Cuba, espectáculo del que se realizará un DVD, contando para la realización de todo este empeño con el apoyo de Clave Cubana, Agencia de Representaciones Artísticas de ARTEX.
Las integrantes de Anacaona, catorce mujeres conocidas como “Las Mulatísimas del Sabor”, además de ser una de las principales exponentes “de los ritmos más tradicionales de nuestra música contemporánea” y de erigirse como defensoras de este patrimonio cultural, ostentan la Condición de Vanguardia Nacional de Trabajadores de la Cultura por sus más de doce años de perpetua permanencia en diferentes proyectos sociales, entre los que se destaca el dirigido a los niños enfermos de cáncer.
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