Estreno belicista
2 de febrero de 2017
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No solo ha afirmado órdenes presidenciales con carácter racista contra musulmanes de todo el planeta, y rubricado un documento que exacerba a sus vecinos mexicanos y a todos los países por tratarse de la construcción de un muro fronterizo que solo divide y provoca ira en vez de proporcionar seguridad.
Ya el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se estrenó en eso de ordenar bombardeos no importa que entre las víctimas haya civiles. Y la República de Yemen fue el lugar escogido.
Así ocurrió la víspera cuando un ataque con helicópteros y drones norteamericanos en el lejano Yemen, dejó 58 muertos, entre ellos 16 civiles.
La operación ocurrió en el distrito rural de Yakla en la provincia de al-Bayda, de acuerdo con fuentes militares, según despachos de prensa.
Los bombardeos, en los cuales participaron decenas de soldados de fuerzas especiales transportados en helicópteros, se realizaron sobre una escuela, una mezquita y una cárcel, consideradas por Washington como sedes de los terroristas, reportó EFE.
Una fuente médica afirmó que cuatro mujeres y tres niños perdieron la vida durante la operación.
La República de Yemen, por su ubicación estratégica en el centro petrolero del Oriente Medio, está al sur de la península de Arabia, rodeado por el Mar Arábigo, el Golfo de Adén y el Mar Rojo, en su frontera asiática y con Omán y Arabia Saudita, en África.
La actual República de Yemen surgió en 1990 tras la unificación de la República Árabe de Yemen (Yemen del Norte) y la República Popular Democrática de Yemen (Yemen del Sur).
Un conflicto entre el grupo chiita Hutí, apoyado por el ex mandatario yemenita Ali Abdullah Saleh y las fuerzas gubernamentales alentadas por Arabia Saudita, se ha agravado desde 2015.
En estas circunstancias, Arabia Saudita ha presidido una llamada coalición, con bombardeos constantes en territorio yemení, que ha provocado varios miles de muertos y heridos entre la población civil.
Según recoge la historia, Yemen es uno de los centros más antiguos de la civilización del Oriente Próximo. Su tierra, relativamente fértil en algunos valles y su clima húmedo permitieron el desarrollo de una población estable. Sus habitantes, nómadas, se dedicaron durante toda la época antigua al pastoreo y a la cría de aves.
La bibliografía consultada refiere que el Islam llegó a Yemen alrededor del año 630 formándose varios califatos. Ya en el Siglo VIII existían varios estados independientes hasta que Yemen pasa a formar parte, primero de los califas de Egipto y luego de los sultanes del Imperio Otomano.
En el Siglo XV, Portugal se apodera del puerto de Adén y en el Siglo XVIII Yemen es anexionado a Arabia Saudita, hasta que se instalan en el territorio los británicos en el Siglo XIX.
Tras la Primera Guerra Mundial, Yemen alcanza su independencia y en 1926 se produce una nueva intervención saudita.
La tensa situación entre la parte norte y sur del país, las intervenciones foráneas y el deterioro provocado por las guerras, encontró su posible solución en 1990, cuando ambas partes, Yemen del Norte y Yemen del Sur se fusionan en una sola nación, la actual República de Yemen.
Sin embargo, desde marzo de 2015 volvieron a estallar los cohetes y las bombas sobre ese territorio, ahora nuevamente bajo la égida del país vecino, Arabia Saudita y su aliado Estados Unidos que acaba de demostrar la víspera con sus bombardeos, cuál sigue siendo la política bélica de ese imperio aunque su inquilino de turno diga otra cosa.
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