Una sola medicina, una sola salud…
3 de febrero de 2017
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En el reciente Congreso Panamericano de Ciencias Veterinarias (La Habana, noviembre de 2014) llamó poderosamente la atención una conferencia magistral impartida por un directivo de la Organización Internacional de Epizootias (OIE) el tema versaba sobre la necesidad de considerar “una sola medicina y una sola salud”.
Desde hace algunos años la Organización Mundial de la Salud (OMS) trabaja en función de promover este principio. Si bien algunos países aún no interiorizan el concepto y lo ponen en práctica, se espera que a mediano plazo sea considerado una norma de conducta y un modo de pensar y actuar por los profesionales de la salud.
Ahora bien ¿Qué significa esta filosofía de “una sola salud”? ¿Una sola medicina? ¿Es que acaso hay más de una? Pues no, pero sí. En muchas ocasiones la medicina humana, así como la veterinaria, han estado separada por estigmas, status y prejuicios. Nada más lejos de su objetivo que es preservar la salud de todos. Una mirada antropofílica no considera la salud animal tan importante… pero es un error: la salud animal es la salud del pueblo. Ello expresa la necesidad de la unidad de trabajo entre ambas disciplinas médicas, no solo debido al análisis lógico de que un animal comestible debe estar apto para el consumo humano, sino a algo más profundo. Solo un ejemplo: según la Universidad de Massachusetts en 2002, el vínculo dueño-mascota es tan poderoso que al enfermarse un animal el dueño sufre depresión, angustia, stress, procesos neurológicos, disminuye el rendimiento laboral e incluso es capaz de exponer su vida.
El tema se intensifica a partir del cambio climático, el uso de fertilizantes químicos y de aditivos artificiales usados en la alimentación del ganado. Factores tóxicos que afectan a la especie humana que consume esas carnes produciéndole procesos alérgicos, enfermedades autoinmunes e inmunodeficiencias.
La aparición de enfermedades emergentes y reemergentes en animales y en la especie humana, también contribuye a promover el tema de “una sola salud…”
El mundo actual promueve considerar a la medicina veterinaria al nivel de la medicina humana, entre otras cosas porque los albéitares son la primera línea de defensa para el desarrollo de la salud pública, garantizan diariamente la inocuidad de los alimentos, la vigilancia epizootiológica en puertos y aeropuertos contra enfermedades exóticas, realizan la controversial experimentación en animales, así como informan con inmediatez a las autoridades de salud pública para juntos garantizar acciones con vistas a eliminar enfermedades. Es probado que en lugares donde exista desarmonía en el apoyo al trabajo conjunto de la medicina humana y veterinaria, prevalecerán igualmente problemas de salud en personas y animales.
Cuba no está ajena a las tendencias mundiales. También nos toca a nosotros, profesionales médicos de ambas carreras, promover el conocimiento de estos temas. Tenemos responsabilidad sobre ello.
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