Primera médica habanera

4 de noviembre de 2016

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Rolando Aniceto

 

 

El primer médico profesional que ejerció en La Habana fue el licenciado Gamarra, graduado en Alcalá de Henares en Medicina, Cirugía y Farmacia, cuando el 26 de febrero de 1569 fue aprobado por el cabildo, con la condición de poner botica, lo que nunca hizo, ya que las primeas fueron haca 1590 las de López Alfaro y Sebastián Milanés, en la calle Muralla y el Callejón del horro, respectivamente.
En 1819 llegaba a La Habana la médica suiza Enriqueta Fáber, disfrazada de hombre con el nombre de Enrique, muy pronto se entrevistó con el capitán general Juan Manuel de Cajigal y recibió autorización para ejercer en Cuba. Decía ser veterano de las guerras napoleónicas.
Se trasladó a Baracoa y allí se casó con la campesina Juana de León, y después de varios días de convivencia, la inexperta guajirita se percató de un pequeño detalle que hacía imposible la felicidad conyugal, porque el médico suizo no era médico, sino médica. Fáber fue llevada a los tribunales y acabó su vida curando enfermos en Nueva Orleans.
Pero la primera mujer graduada de medicina en La Habana fue Laura Martínez de Carvajal, hija de Vicente y Elisa y nacida el 28 de agosto de 1869. A los veinte años, el 15 de julo de 1889 terminó sus estudios en la Real Universidad Literaria, y al siguiente año culminó la carrera de Ciencias Físicas y Matemáticas.
Se casó con el doctor Enrique López, con quien tuvo siete hijos, y fue la primera mujer en ejercer la cirugía oftalmológica en Cuba. Falleció el 24 de enero de 1941 de tuberculosis pulmonar.