Todo calculado
22 de septiembre de 2016
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La situación en Siria se ha caldeado aun más, con la calculada agresión de Estados Unidos a una base militar del ejército sirio y el posterior y sospechoso bombardeo a un convoy humanitario de Naciones Unidos.
EE.UU. quiso culpar de inmediato a Rusia, a fin de librarse de sospechas y fortalecer su alegato de que todo lo que ha hecho, con saldo de centenares de muertos y heridos, no es culpa suya, sino de la casualidad, una excusa muy alejada de veracidad.
Todo esto significa la ruptura de la tregua que Estados Unidos se vio obligado a aceptar con Rusia, so pena de parecer incoherente en su supuesta política de paz, situación a la que ha arrastrado a sus aliados turco, saudita, qatarí y kuwaití.
Pero no se puede pasar por alto que todo lo anterior ocurre casi al mimo tiempo que aviones de Israel bombardean el sur de Siria, aunque ha tenido que sufrir el derribo de varios de los aparatos agresores.
Algunos analistas han adelantado que el fracaso de la intervención de la coalición estadounidense, aliada de los denominados “terroristas buenos” (en contraposición al Estado Islámico o Daesh, el “malo”), obliga a Tel Aviv a una actitud represiva más violenta contra Damasco, incluso con la participación de sus fuerzas armadas.
Nada extraño representa lo anterior, cuando se conoce que técnicos norteamericanos han instalado un avanzado sistema de misiles antimisiles, como parte del notable incremento militar record de la ayuda de Washington a Tel Aviv.
En este contexto, Obama pagara el favor del apoyo de la banca judía durante su mandato, pese a los pataleos del primer ministro Benjamín Netanyahu contra la política norteamericana hacia Irán, favorable al todavía reciente pacto sobre la política nuclear de Teherán, con fines pacíficos.
No es la primera vez ni será la última que comentamos como Israel ha intervenido directa o indirectamente en cada una de las agresiones o injerencias del imperialismo norteamericano en el Medio Oriente, África e incluso en el centro y sur de Asia.
En cada uno de estos lamentables capítulos, Tel Aviv actúa como socio y aliado, nunca como lacayo, tal es su influencia dentro del propio Estados Unidos.
Recordemos que Israel es el único país que se ha mantenido votando junto a Estados Unidos a favor del injusto y criminal bloqueo norteamericano contra Cuba. A su vez, Washington colabora estrechamente para impedir la constitución del Estado palestino.
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