La colaboración para lograr el éxito
27 de mayo de 2016
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La colaboración es parte de la vida –¡y que para bien sea!–, porque todos necesitamos la ayuda de otros en muchos momentos de la vida; pero no siempre se valora, se utiliza o se pide lo que verdaderamente es colaboración, y se cae en el vicio de considerar que la gente colaboradora es incondicional y tan, pero tan bueno que siempre está dispuesto a ayudar a quien se lo pide incluso si los fines no son loables: cubrir una mentira, cambiar los resultados de un mal trabajo, e incluso si se trasgrede la ley hay quienes acuden a personas colaboradoras como si fuera lo más natural de mundo, y hasta se enojan si la ayuda le es negada.
Sin embargo, ¿es la colaboración un comodín en cualquier circunstancia? Ciertamente que hay situaciones en la vida en la que estamos tan involucrados emocionalmente y prestamos ayuda aún en contra de nuestros criterios, e incluso, en contra de nuestros principios, como las madres que dan falso testimonio para librar a un hijo de una condena o de cualquier otro problema. Sin embargo, la verdadera colaboración debe estar encaminada hacia el desarrollo grupal y consiste en la capacidad de mantenerse receptivo, realmente interesado y dispuesto a participar en metas grupales, así como en la ayuda individual para proveer de ayuda y poner la experiencia, conocimientos y motivación al servicio de otros, obteniendo como beneficios los relacionados a la satisfacción de la interacción social, la enseñanza, la guía como también logros personales, todo lo cual es visto como parte del éxito.
Con esto me parece que queda claro que la verdadera colaboración debe estar encaminada hacia el desarrollo de los grupos sociales, ya sea la familia, el trabajo, el grupo escolar, y si bien es cierto que sería maravilloso que todos tuviéramos un nivel alto y disposición para ayudar, no todos tienen las suficientes habilidades –aunque se puede aprender bastante–. Así les digo que las personas colaboradoras tienen algunas cualidades como el poner sus logros y éxitos en función de los otros para promover el desarrollo y lo mismo que sea el padre de una familia que comparte con su esposa e hijos no solo la solvencia económica de su trabajo, sino también su experiencia y las emociones positivas que su éxito le provoca, como el jefe que hace parte del éxito a todos los miembros del departamento, incluyendo el que trae el café o limpia la oficina, porque también han ayudado de alguna manera.
Otra cualidad es que gustan de trabajar en colectivo, tienen facilidad para intercambiar ideas, opiniones, conocimientos, le satisface que los demás obtengan éxitos, por lo que son muy buenos asesorando. Pero lo que no se maneja con frecuencia es que la colaboración es una relación biunívoca, o sea, también necesitan recibir, por lo que otras cualidades son que están dispuestos a aprender lo que los demás ofrecen, no tienden a sentirse agredidos por posibles competidores, son seguros sin tendencia a considerar que otras ideas sabotean las suyas y como cereza para el pastel, poseen una adecuada autoestima.
Estarán pensando ustedes que para ser una persona colaboradora hay que llegar a la perfección, y nadie logra esto, y concuerdo con eso; pero lo que he escrito es la excelencia de la colaboración, y no vayan a creer, que hay quienes sí son así, pero no vamos a pedir tanto y si logramos tener algunas de estas capacidades, y las mismas contribuyen a que se logren las metas del grupo, entonces se puede considerar como un buen colaborador, cooperador, participante, solidario o cualquier otro nombre que le quiera dar.
Estas cualidades que les he descrito están en varios niveles, ya sea informativo, como participativo, porque por ejemplo en mi colectivo de trabajo puedo tanto colaborar lo mismo dando consejo, que enseñando a realizar una tarea, que proveyendo de apoyo emocional, que haciéndole parte del trabajo en momentos especiales, proveyendo de información, y la recompensa, porque ya dije que es biunívoca, puede ser la satisfacción de ser parte del éxito, ser reconocido por la experiencia que comparte, porque si no se da crédito de alguna manera, entonces la persona no estará dispuesta a nuevas contribuciones.
Para finalizar, les digo que la colaboración es lo opuesto al individualismo, la competencia invasiva, al escepticismo ante lo novedoso, a la oposición a lo que los jóvenes tienen para enseñar y fundamentalmente a considerar el debate como antagonismo. Y ya he dicho bastante.
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