País que es, y no es
18 de mayo de 2016
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Somalia aún existe. Es un país africano que guerras, invasiones y otros muchos actos canallescos casi la han pulverizado como nación, en hechos que continúan con la huida de miles de sus hijos huyendo hacia tierras vecinas, so pena de ser víctimas de los dos tipos de terror: el fundamentalista –el más o único publicitado– y el “civilizado”, de sus supuestos protectores.
Ya en Kenia hay campamentos con más de 30 000 ciudadanos somalíes, que son protegidos presuntamente de la organización Al Shabab, a la que se vincula con Al Qaeda e incluso al Estado Islámico.
Al mismo tiempo, Estados Unidos está impidiendo a Naciones Unidas el reparto de los alimentos que se necesitan desesperadamente.
Mies de soldados de la Unión Africana (UA) –formados en su mayor parte por ugandeses, la fuerza de choque de EE.UU. en África– mantienen el control del aeropuerto, el principal vínculo del régimen con el mundo exterior.
EE.UU. interpreta a su manera lo que se conoce internacionalmente como “intervención militar humanitaria”, cuando dice que es tarea de las grandes potencias intervenir en los asuntos de los países más débiles, si sus gobiernos no pueden, o no quieren, atender las necesidades de su pueblo.
Pero hay algo aún más peligroso
Hace poco más de un año, Obama publicó su Doctrina de Seguridad Militar, en la que expresó en una de sus partes:
“Una estabilidad a largo plazo (en el Medio Oriente y el norte de África) requiere más que el uso y la presencia de fuerzas militares estadounidenses. Exige socios que sean capaces de defenderse por sí mismos. Es por eso que invertimos en la capacidad de Israel, de Jordania y de nuestros socios del Golfo para desestimular una agresión, manteniendo a la vez nuestro inquebrantable compromiso con la seguridad de Israel, incluso mediante su ventaja militar cualitativa”.
La estrategia del Pentágono consiste en crear una versión actualizada del Pacto Árabe, una OTAN árabe, que estaría bajo las órdenes de Israel.
Su Estado Mayor reside en Somaliland, que se proclamó como país independiente en 1960 y fue incorporado a Somalia en 1969 como resultado de un golpe de Estado; volvió a proclamarse independiente en 1991, se reintegró nuevamente a Somalia en 1994 y se proclamó independiente por tercera vez en el 2002.
Las dos primeras veces, Israel fue el primer Estado en reconocer su independencia, pero actualmente nadie la reconoce, y desde el 2010 su territorio se ha convertido en una base israelí que garantiza el control del Estrecho de Bab el-Mandeb, el cual vincula el Canal de Suez y el Mar Rojo con el Golfo de Adén y el Océano Índico.
Ahora, todas esas naciones árabes plegadas a la política norteamericana, compradas por el dinero saudita, se ponen al servicio de un Estado colonial, Israel.
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