Nuevas evidencias de seguridad sobre algunos medicamentos comercializados en Cuba
13 de mayo de 2016
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De forma anual, la revista independiente francesa Prescrire, pone a disposición de los lectores una revisión de los medicamentos comercializados en el país galo que se deberían evitar, ya sea por tener una relación beneficio-riesgo desfavorable o por existir alternativas de tratamiento más seguras.
La actualización de este año, basada en evaluaciones realizadas durante el período 2010-2015 mediante un procedimiento riguroso en el que se analizan evidencias científicas publicadas de forma sistemática y reproducible, así como variables relevantes para el paciente correlacionadas con variables clínicas, datos de eficacia procedentes de estudios confiables y de la comparación con los tratamientos estándar y de los efectos adversos conocidos y potenciales de los fármacos, ha podido identificar 74 medicamentos con un balance beneficio-riesgo desfavorable, cuyo uso debería evitarse.
Al repasar la lista de medicamentos de la publicación francesa, encontramos algunos medicamentos comercializados en nuestro país, que en algunos casos resultan muy empleados por nuestra población, incluso para automedicación. A continuación veremos algunos de estos medicamentos, con un amplio espectro de uso dentro del arsenal terapéutico nacional.
El primero que destaca es la domperidona, de uso cada vez más extendido en Cuba, del que se advierte el riesgo de producir arritmia ventricular y muerte súbita, desproporcionado respecto a los síntomas para los que se usa y a su baja eficacia en náusea, vómito y reflujo gastroesofágico.
Otro de los integrantes de la lista es el diclofenaco, un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) con amplio uso en nuestro país para el tratamiento del dolor, sobre el que se hace la advertencia de que produce más efectos adversos cardiovasculares, como infarto agudo de miocardio e insuficiencia cardiaca, y muertes por causa cardiovascular, que otros AINEs de eficacia similar.
Aparece también el piroxicam, otro antiinflamatorio cuyo uso sistemático se asocia con un aumento de riesgo de alteraciones cutáneas como el síndrome Lyell y gastrointestinales, no siendo más efectivo que otros AINEs.
En el apartado de fármacos usados en Reumatología y Osteoartritis se menciona la glucosamina. Este medicamento, muy popular en nuestro medio, se dispensa en la red de farmacias internacionales de nuestro país y sobre él se advierte el riesgo de provocar reacciones alérgicas como angioedema y nefropatía intersticial aguda y también hepatitis.
Por último, el metocarbamol, uno de los medicamentos de la lista que está entre los de mayor consumo en nuestro país, especialmente por la población de la tercera edad. Sobre él se plantea que es un miorrelajante sin eficacia demostrada frente a otros tratamientos, que presenta muchos efectos adversos, incluyendo alteraciones cutáneas del tipo angioedema y alteraciones gastrointestinales y se propone como alternativa el empleo de un analgésico eficaz como el paracetamol, administrado a dosis apropiadas.
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