El “comelenguas”, un perfecto invitado
6 de mayo de 2016
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La Sama o Pargo, Dentex gibbosus, se distribuye por las costas del Atlántico oriental desde Portugal hasta Angola, incluyendo las Islas Canarias, Santo Tomé y Príncipe y el Mar Mediterráneo. Como sucede con algunos otros peces marinos, este pez hospeda a Cymothoa exigua, que es un peculiar parásito de su lengua, se agarra fuertemente a este órgano y allí se alimenta de sangre.
Muchos pescadores describen el fenómeno de la manera siguiente: “los pargos no tienen lengua; tienen un parásito que se come la lengua de ellos y se deposita en el cielo de la boca de ellos, y se alimenta de lo que el pez come”.
Pero, ¿qué sucede realmente? El parásito se adhiere a la lengua del pez utilizando sus tres pares de patas delanteras, y bebe de la arteria que suministra la sangre a este órgano. Con el tiempo, la lengua del pargo se atrofia y desintegra, y entonces, el crustáceo reemplaza la función del órgano con su propio cuerpo y releva allí la tensión sanguínea del sistema circulatorio del pez. Conclusión: el pargo puede utilizar al parásito como si fuera una lengua normal, y no recibe mayor daño, mientras que el isópodo se nutre del pez y no parece mostrar especial interés en la comida que este ingiere. Es una estrategia perfecta, pues mientras el parásito vive chupando la sangre del pez y ejerciendo funciones de lengua, el pez parasitado sobrevive en perfecto estado de salud.
¿Quién es Cymothoa exigua? Es el “comelenguas”, un crustáceo isópodo de la familia Cymothoidae.
Los crustáceos son un extenso grupo de artrópodos, con más de 70 000 especies donde están las langostas, los camarones, los cangrejos, los langostinos, los percebes, las cochinillas de humedad, entre otros. Los crustáceos son fundamentalmente acuáticos y habitan en todas las profundidades y en distintos medios, como el mar, el agua salobre y el agua dulce. Pero, dominan los mares, como los insectos dominan la tierra. Los isópodos constituyen el orden más diverso de crustáceos, con más de 10 000 especies descritas. Tienen una amplia distribución en toda clase de medios, especialmente en los marinos, aunque también existen especies terrestres y dulceacuícolas. Los estudios filogenéticos y paleontológicos, indican que este orden data por lo menos del Paleozoico, 300 millones de años atrás. Los cimotoidos poseen unas 400 especies descritas, pertenecientes a unos 45 géneros, todas parásitas de peces y prácticamente cosmopolitas.
El caso que nos ocupa, Cymothoa exigua, se distribuye desde el Golfo de California hacia el sur hasta el norte del Golfo de Guayaquil en Ecuador, y también por el Atlántico.Y es el único parásito conocido que sustituye con éxito un órgano de su hospedador. Estos parásitos llevan una vida complicada. Nacen como machos y cuando se introducen a través de las branquias en el cuerpo del pez, generalmente un pargo, se pueden transformar en hembras. Esto solo ocurre si no hay ya una hembra instalada.
Cuando se produce la transformación, el cuerpo de la hembra crece enormemente y sus ojos se reducen, ya que no los necesitará más. Es decir, su reproducción, o al menos, lo que se sabe de ella, es como sigue: se reproducen sexualmente, uno de los machos se aparea con una hembra, de esta unión surgen descendientes machos que buscarán otro anfitrión durante sus primeros días de vida. Este apareamiento probablemente ocurre en las branquias. Si no hay presente una hembra, sino solo dos machos, uno de ellos puede convertirse en una hembra después de que crezca hasta unos 10mm de longitud. La hembra se abre camino hacia la boca del pez, donde utiliza sus patas delanteras para adherirse a su lengua.
No le quepa duda, el “comelenguas” se siente como en su casa, alimentándose de las mucosas del anfitrión sin robarle la comida y sin hacerle daño.
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