ribbon

La aspirina y el asma

15 de abril de 2016

|

 

images

 

El descubrimiento del principio activo salicilina, fue obra del farmacéutico francés Henry Leroux, quien en el siglo XIX logró aislar este glucósido de la corteza del sauce.
La salicilina, o ácido salicílico, está también presente en otras especies vegetales como la Spiraea ulmaria, que como dato curioso ayudó posteriormente a dar nombre a la aspirina.
La aspirina, o ácido acetilsalicílico, es un derivado químico que se elabora a partir del ácido salicílico, el cual se caracteriza por su amargor y capacidad de irritar el estómago.
La aspirina se sintetizó por primera vez en 1893 por el químico alemán Felix Hoffman, a petición de su padre, quien tomaba ácido salicílico para el reumatismo. Posteriormente en 1897 comenzó a comercializarse en todo el mundo con el nombre comercial de aspirina, propiedad de Bayer. En la actualidad, está entre los primeros fármacos de elección frente a la fiebre, el dolor leve a moderado y la inflamación debida a la artritis o traumatismos.
Sin embargo, este medicamento, como los restantes integrantes del grupo farmacológico de los antiinflamatorios no esteroideos (AINESs) al que pertenece, puede significar un riesgo para las personas que padecen asma bronquial. Según se ha observado, la prevalencia de intolerancia a AINEs en los pacientes asmáticos muestra cifras muy variables en los distintos estudios, siendo entre 10 y 12% la más coincidente.
Existen tres tipos de manifestaciones de la intolerancia a AINES, las cuales pueden ser cutáneas, respiratorias o sistémicas. El diagnóstico sólo puede establecerse tras haber padecido el paciente una reacción adversa. Según parece, el mecanismo patogénico subyacente de esta intolerancia es un desequilibrio en el metabolismo de las sustancias endógenas relacionadas con el mecanismo de acción de estos fármacos.
Por ello, de forma general, se recomienda que todas las personas con asma bronquial eviten el uso de aspirina y AINEs, a menos que sean indicados por un facultativo a partir de una completa evaluación de la relación beneficio-riesgo. Así mismo, si se consumen presentaciones a dosis fijas de dos o más principios activos, es aconsejable revisar siempre su composición, ya que muchas de estas formulaciones pueden contener aspririna y AINEs.

Galería de Imágenes

Comentarios