Ahorcan a José Antonio Aponte
8 de abril de 2016
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El negro libre José Antonio Aponte y Ulabarra fue ahorcado el nueve de abril de 1812, junto a cinco de sus colaboradores y tres esclavos. Su cabeza fue exhibida durante tres días en una jaula de hierro en la esquina de Reina y Belascoaín.
Eran frecuentes las rebeliones de esclavos en Cuba, pero eran espontáneas e instintivas contra los abusos y las injusticias de sus amos, los bocabajos, los cepos y los grilletes, eran más bien corra los mayorales y los amos, pero no obedecían a un plan concreto, carecían de unidad y organización.
Muchos huían a los bosques y las montañas, los llamados cimarrones, quienes vivían en agrupaciones denominadas palenques.
Y fue Aponte, un negro libre, carpintero, habanero y de sienta cultura, quien logró en 1812 organizar la primera red conspirativa a nivel nacional, que incluía a hombres blancos de buena voluntad amantes del cese de la esclavitud y la independencia de la patria.
Este hombre era casado y tenía seis hijos, estaba al frente del cabildo Shangó Teddum, cosa que le daba gran ascendencia entre los hombres de su raza, vivía en la calla Jesús Peregrino.
Su red conspirativa llegó hasta el este del país, fundamentalmente en Camagüey y también en La Habana. El 15 de marzo de 1812 los complotados asaltaron el ingenio Peñas Altas, en Guanabo, pero cuatro días después fueron delatados.
España temía una sublevación esclava como la ocurrida en 1771 en Haití, y se ocupó en presentar a Aponte como un monstruoso personaje, racista sediento de sangre y venganza, hasta el extremo de repetir constantemente la frase de:” es tan malo como Aponte”.
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