Despelote democrático
28 de marzo de 2016
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Sin comillas ni nada. Así mismo. Todo se refiere a un tema que abordo generalmente muy poco: la lucha por las candidaturas en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, muy tratado por analistas e investigadores, no siempre acertadamente.
A veces aquí, en Cuba, observamos tal proceso como una aventura o show por capítulos, en que los diversos actores, generalmente de derecha, algunos tildados de liberales –muy pocos– no pueden salirse de la escena programada, so pena de que los obliguen a hacer “mutis por el foro”.
No voy a poner en duda que algunos de esos actores hayan tenido buenas intenciones y hasta convencido al “establishment” verdaderamente gobernante que hay que “darle agua al dominó”” y realizar cambios y movimientos, a fin de evitar el resquebrajamiento del sistema.
Recordaba David Brooks, corresponsal del diario mexicano La Jornada en Nueva York, que artistas famosos como Bruce Springsteen y Ry Cooper resucitaron una vieja canción estadounidense de la Gran Depresión, la cual cuenta de los desastres económicos y los manejos engañosos e los poderosos, y concluye con el estribillo y título de la obra: “¿Cómo puede un hombre pobre aguantar tales tiempos y vivir?”.
Ni ahora con Barack Obama ni otros presidentes que le precedieron se ha podido detener el gran desnivel entre quienes tienen más y quienes tienen menos, y los candidatos de uno y otro partido que se turnan generalmente en el poder ofrecen honestamente algo al respecto en sus programas.
Quizás la excepción en estos tiempos sea el candidato presidencial demócrata Bernie Saunders, quien toca valientemente el tema de la desigualdad y el poder corruptor de la clase multimillonaria.
Pero Saunders tiene pocas –aunque tiene aún– probabilidades de vencer en la candidatura a la más pragmática Hillary Clinton, no obstante que los estadounidenses opinaron abiertamente en una encuesta que la mayor amenaza en el mundo hoy día es la creciente brecha entre ricos y pobres.
Aspirantes de alguna fuerza, como los derivados de la gusanera contrarrevolucionaria de origen cubano por el Partido Republicano, Rubio y Cruz, no parecen que impedirán el triunfo de la candidatura de Donald Trumph, con mucho dinero en sus bolsillos.
No creo que ello tenga mucho cambio sea quien sea el que llegue a Presidente en Estados Unidos, porque esa democracia de que tanto blasonan los hijos del Imperio, la han convertido en un despelote.
Edulcorar o no el momento nada puede hacer por un sistema que propagandaza su modo de vida y, al mismo tiempo, ante el abismo rico-pobre, con números y evidencias palpables, incluye una propaganda que trata de mostrar que la “preocupación” por tener tantas riquezas hace infeliz a los pobres multimillonarios.
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