Calle Bernaza

25 de marzo de 2016

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Zenaida Iglesias Sánchez

 

 

Esta calle se hizo corta en la retícula de la ciudad, se extiende desde la calle Muralla, dejando atrás la antigua plazuela de las madres Ursulinas, hasta la de O’Reilly, discurriendo a lo largo de cinco cuadras. El ambiente colonial que la caracterizó ha desaparecido, encontrándose en mayoría los edificios que fueron levantados durante el período republicano en la Isla y responden a los códigos del eclecticismo.

 

 
La calle Bernaza forma uno de los lados de la plaza del Santo Cristo del Buen Viaje, en la esquina con Teniente Rey destaca la antigua casa de La Parra a un lado –hoy Restaurante Hanoi– y al otro, el antiguo Palacio Episcopal, propiedad del presbítero Manuel de Hechevarría, hoy convertida en vivienda de múltiples familias, evocando la magnífica portada de líneas barrocas su época de esplendor. Al llegar a la esquina de Obispo sobresalen los edificios de la Moderna Poesía, reconocida librería de la ciudad, y el restaurante “La Piña de Plata”, luego sigue por el fondo de la plazuela de Albear, para terminar en la calle O’Reilly.
En el transcurso del tiempo tuvo distintas denominaciones según su extensión, por ejemplo, cuenta el historiador José María de la Torre, que debe su nombre al señor don José Bernaza, ilustre panadero que estableció en ella una panadería a mediados del siglo XVIII, en el tramo que corría desde Muralla hasta la plaza del Cristo, que fue el que llevó esta denominación. También se llamó en una época Egido a ese tramo que corría desde Lamparilla, en la plaza del Cristo hasta Muralla, cuando se extendía hacia el extremo sur de la ciudad con esa denominación, porque por allí hubo parte del ejido. Sin embargo desde la propia plaza del Cristo hasta Monserrate, se llamo “del caído”, por un vecino que cayó desde el techo de su casa causando gran aspaviento. Afirma Manuel F. Santalices, que corre de norte a Sur, es decir desde la de O’Reilly a la de Muralla.

 

 
Entrado el siglo XX se pensó en llamar a esta calle “Plácido”, en homenaje de recordación al poeta Gabriel de la Concepción Valdés, que usaba este seudónimo, nacido en el número 4 de esta calle, de ahí el monumento que en la plaza del Cristo se construyó a su memoria.

 

 
En la actualidad en la calle Bernaza se realizan trabajos de restitución de redes y repavimentación, pero aún mucho falta por hacer para lograr su reanimación. Como dato curioso, se conoce que bajo el gobierno de Tacón, fue por esta calle donde comenzó la pavimentación con el sistema MacAdam, logrando un suelo firme, que impedía la acumulación de agua, fango y otros inconvenientes que padecían las calles habaneras.