Efraín Loyola: Las huellas indelebles de un charanguero
4 de mayo de 2022
|
El formato charanga surgió en el espectro musical de Cuba a los finales del siglo XIX. En principio como alineación instrumental conocído para hacer música de regimiento, o sea, música militar. Los instrumentos empleados para estos formatos, eran los mismos que usaban las bandas militares, con la diferencia de usarse unos pocos y muy seleccionados.
Bajo el apelativo de “El moro eléctrico”, Efraín Loyola se dio a conocer como uno de los grandes flautistas charangueros cubanos de todos los tiempos.
Nacido en Cienfuegos en 1916, en la calle Cristina entre San Fernando y San Carlos, sus primeros estudios se realizaron en la calle San Carlos entre Tacón y Cuartel, alcanzado el cuarto grado de escolaridad. Loyola vivió con la obsesión de ser un charanguero y pasando el tiempo llegó a ver realizado su sueño.
Pero mucho antes tuvo que pasar por infinidad de problemáticas económicas y raciales. Hasta que un amigo de la familia, nombrado Pedro Lores, le fabricó un cajón para limpiar zapatos. Así se mantuvo por un tiempo, e incluso llegó a vender periódicos por algunos años, hasta que, en 1926, comenzó a trabajar como aprendiz de panadero y simultáneamente a recibir clases generales de música de Dagoberto Herrera; para 1929, pasó como alumno de Dagoberto Frías, solfeo, y Dagoberto Jiménez, flauta. Desde esta perspectiva definió que el piano era la base armónica en una agrupación, y la flauta era un instrumento solista, pero a demás, a definir qué era un guajeo.
En 1926, comienza a desempeñarse de manera discreta en la Banda de Bomberos bajo la dirección de Dagoberto Digest. Para ese mismo año, junto a un grupo de amigos, funda el sexteto Los Naranjos, donde se desempeña como cantante y clavero. Esta agrupación fue llamada así por hacer las prácticas bajo un árbol de naranjos.
Andando el tiempo, esta agrupación, seguidora del sexteto Habanero, llegó a cristalizar un concepto de ensamble de primer nivel.
Para el año 1937 ingresa en la Banda Municipal de Cienfuegos, espacio en el que, desde mismo instante, se desempeñó toda su vida. Cumpliendo con estas labores, en ocasiones, simultaneaba con la orquesta de Antonio María Romeu empleando la flauta. Posteriormente pasó a la orquesta de Dagoberto Jiménez, para entonces dirigida por Tomadita La O, con la que estrenó su primer danzón titulado Lluvia de amores.
Para 1938 en ocasiones hizo algunas incursiones por la ciudad de La Habana, e hizo suplencias en las orquestas de Pedrito Calvo (padre), Paulín, Alfaro Pérez, Rodolfo Reina, Joseito Fernández, y Anacaona. Pasando un tiempo, se le pudo ver actuando en Radio Progreso y en RHC Cadena Azul en la programación en vivo de estas plantas radiales.
En 1939 regresa a su ciudad natal y junto a un grupo de amigos funda la orquesta Rítmica del 39, después registrada como Orquesta Aragón. Con esta agrupación definitivamente encontró su camino como flautista, con la misma se le pudo ver amenizando bailes en Cienfuegos, Matanzas, Ranchuelo, Camagüey, y Cruces, y algo después, en algunas provincias aledañas, con intervenciones en las emisoras radiales CMHK, de Cruces, y CMHO, de Cienfuegos.
Para el año 1954, Efraín Loyola sale de la orquesta Aragón, ocupando su plaza Rolando Lozano, y es entonces que organiza su propia orquesta: Efraín Loyola y su orquesta.
Para las fechas del 19 de mayo de 1954, y el 21 de junio de 1955, Loyola y su orquesta entran en los estudios de grabaciones de los sellos Stars y Puchito, y en los estudios de Radio Progreso hicieron radio para los programas Música, y Alegría, y el maratón Fiesta en el Aire. Ya para el año 1961, la orquesta Loyola graba dos Lps con los éxitos “Yo te voy a hacer caso”, y “No me hagas sombra”.
En esos años la Orquesta Loyola alcanzó una gran popularidad, hasta que, en 1964, firma con la EGREM un contrato para grabar varios discos de contenido revolucionario, entre algunos otros, El guaguancó de las milicias y El chachá de la juventud.
La orquesta Loyola a participado en múltiples eventos artísticos, tales como, Festival Benny Moré, XI Festival de la Juventud, y Festival de Charangas.
Maestro orquestador, director y flautista de primera línea, con una trayectoria reconocida por los más avezados instrumentistas del país, Loyola ha recorrido su arte por la música culta y por la popular, en esta última, adquiriendo un estilo muy propio y peculiar.
Esta agrupación bajo la égida de Efraín Loyola, es una formación por la que han pasado más de 150 músicos, que han llevado su música hasta los más recónditos lugares del país, acompañando a figuras internacionales como julio Valdés, Orlando Contreras, Orlando Vallejo, Farah María, y Barbarito Diez.
En el año 2000 Loyola fue declarado Hijo Adoptivo de Cienfuegos. Para la historia dejó las primeras grabaciones que hiciera la orquesta Aragón, en las que se puede apreciar, el sonido de su flauta en El agua de Clavelitos, Pare Cochero.
En 2011 fallece en Cienfuegos apagándose una luz que transitó por dos siglos.
Galería de Imágenes
Comentarios