Ernesto Lecuona-Epistolario (XV)
25 de septiembre de 2015
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En librerías de la capital y provincias cubanas se encuentra a la venta la segunda edición de nuestro libro Ernesto Lecuona: cartas, que, publicada por la editorial Oriente, de Santiago de Cuba, se diera a conocer en la más reciente edición de la Feria Internacional del Libro de La Habana.
Y para que los lectores de esta sección aprecien el contenido del aludido título, continuamos en De Ayer y de Siempre la inserción de gran parte de las epístolas que integran la aludida obra.
El 3 de abril de 1947 el maestro Gonzalo Roig redactó en La Habana su contestación a la anterior carta de Ernesto Lecuona:
Sr. Ernesto Lecuona
Hotel Fourteen. 14 E. 60 Street
New York, City
USA
Mi distinguido y estimado amigo y compañero:
Con fecha 16 de marzo pasado, recibí tu cordial y expresiva carta relativa al asunto que nos reunió brevemente en el momento de tu partida hacia los Estados Unidos de Norteamérica, y en la cual me anuncias que dicha carta sirva para «entrar ya de plano en el propósito que existe entre todos de poder realizar el proyecto que se trató con el Sr. Bonachea, Carballido y Mr. Dawny en el hotel Nacional», y, entre otras cosas, me dices que Roca y Carballido están de acuerdo con lo que tú hagas, y que te ponga al corriente de lo que trate con Bonachea o con Carballido y Roca.
También me anuncias en dicha carta que le escribías ese mismo día a Roca y a Carballido, y también al Sr. Bonachea, para que se entrevistaran conmigo cuanto antes sea posible, y que tú, como Presidente de la Federación, harías tus sugestiones al respecto para que fueran aceptadas y acatadas por ellos.
Diariamente he estado en contacto con el Sr. Bonachea, el cual me informa que no ha recibido aún carta tuya, y que, hasta el presente, nada le han informado el Sr. Roca y el Sr. Carballido sobre esos asuntos, habiendo solamente tenido dos o tres entrevistas con el Sr. Roca, el cual a su vez dice ignorar toda correspondencia tuya en relación con estos asuntos que nos ocupan. Esta ha sido, pues, la causa de que no correspondiera a su tiempo a tu grata carta, antes mencionada, en espera de las soluciones que me anunciaban la tuya y que no sé por qué motivos no se han llevado ya a afecto, toda vez que, al igual que tú, solamente he luchado y seguiré luchando en todo momento para lograr la completa armonía y compenetración entre los autores musicales de Cuba. Única solución favorable –a mi ver– a los intereses de todos, y muy especialmente a los compositores de mi país.
No te puedo pues comunicar nada nuevo. Espero que rápidamente me escribas –si es lo que crees oportuno o necesario– a fin de saber, definitivamente, cuál es la postura de la Federación y de su Presidente respecto a todos estos asuntos; mientras tanto, recibe mi saludo cordial, mi afecto invariable y mis sinceros deseos de que obtengas todo género de éxitos en ese país de los progresos incalculables.
Te abraza,
Gonzalo Roig
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