La espiritualidad del cubano

17 de septiembre de 2015

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Ofelia Sandar Valles

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Cuba, Cultura, Museo Casa de África, Religión

Fotos: Alexis Rodríguez

 

 

El proceso de la formación de las distintas religiones en Cuba está marcado principalmente por el sincretismo religioso, basado en la unión de varias creencias y culturas, las cuales básicamente devienen de las religiones africanas y el catolicismo español.
La Regla de Ocha o Santería mezcla elementos del Cristianismo y de creencias de África Occidental, y como tal hizo posible que los esclavos conservaran sus credos tradicionales mientras practicaban el catolicismo. La Virgen de la Caridad del Cobre (Nuestra Señora de la Caridad) es la patrona católica de Cuba y sincretiza con la diosa Oshun en la Santería. Vista como un símbolo de la nación, es muy venerada por el pueblo cubano que celebra anualmente –cada 8 de septiembre– una de las más importantes fiestas religiosas, la de “La Virgen de la Caridad del Cobre”.
En el Centro Histórico de la Habana Vieja, el Museo Casa de África desde cerca de tres décadas se ha encargado de mantener vivas estas tradiciones. Más de 4000 piezas representativas de diferentes manifestaciones del arte africano engrosan los fondos del museo etnográfico que también privilegia el estudio y el entendimiento de los procesos de transculturación de los que forma parte Cuba. La institución, ahora con 29 años, nació a su vez para homenajear la memoria y el legado de dos de los más grandes investigadores de la cultura afrocubana: José Luciano Franco y Fernando Ortiz.

 

A propósito de la visita de su santidad el Papa Francisco, conversamos con su director Alberto Granado: “Como todo el pueblo cubano estamos muy contentos con esta visita del Papa Francisco, tercer Sumo Pontífice que llega a nuestro país. Por supuesto, lo vamos a recibir como se merece, como siempre el pueblo cubano da la bienvenida a todos los visitantes y más a este Papa, un papa latinoamericano que juega un papel muy importante porque tenemos identidades parecidas a pesar de la lejanía del Caribe a Suramérica”.
Diversas son las religiones que profesa la mayoría del pueblo cubano –afirma Granado–, la Afrocubana está bien arraigada; denominada en su momento religión afroamericana, ha quedado en el conocimiento popular. Sin embargo, “ya son cultos más cubanos que africanos aunque no se puede descartar el origen de ellos. Y lo importante de todas estas religiosidades es que son elementos culturales de resistencia que fueron adaptándose, enmascarándose, sincretizándose, también, porque no, formando todo este proceso del ajiaco cubano y que se encuentran vivas hoy entre nosotros”.

“No existe ningún divorcio en las religiones entre sí y a su vez con el cristianismo. De hecho, para muchas de ellas está presente el crucifijo cristiano, y en el caso de la Regla de Ocha –Santería cubana– hay que bautizarse para poderse iniciar; lo que te demuestra que no existe una desunión. Claro, coexisten formas de pensar, de ver la evolución del mundo, de diversas maneras –quizás diferentes entre ellas–, pero ya esa transculturación hace que sea muy popular entre las personas. Para nada niega que la persona vaya a la Iglesia, rece y esté en contacto también con ese homólogo de su deidad africana”.

Granado durante el diálogo resaltó la gran espiritualidad del pueblo cubano: “si el pueblo cubano es lo que es hoy, se debe a esa espiritualidad, y no podemos negar que ella procede también de la mezcla de estas dos religiones, dos elementos fundamentales de ese tronco de la conformación de la nacionalidad cubana. La espiritualidad, para la mejora no solamente personal, sino nacional y también universal; porque son culturas mundiales que llegaron de África esclavizadas pero que aquí encontraron un asiento importante para continuar con su desarrollo”.

“Cuando te hablaba de esas diferencias, me refería a que quizás la Iglesia Católica tiene su forma de vida, de funcionamiento, y muchas de estas religiones populares –de origen africano fundamentalmente– el practicante y el no practicante las ve como algo de resolver problemas muy concretos en esta vida; y eso enriquece precisamente la espiritualidad del cubano. Una no niega a la otra, todo lo contrario, una complementa la otra; una me ayuda a resolver mis problemas de hoy, terrenales, pero también dentro de otra espiritualidad”.
“El pueblo cubano siempre ha experimentado esa fe hacia la vida, hacia la resistencia, el amor a la patria, el amor al prójimo y al universo. Podemos calificarnos como uno de los pueblos donde tenemos esa forma de servir a lo demás, no solamente en Cuba, sino fuera de ella –eso nos distingue–, y está dado precisamente por estas mezclas, no solamente de grupos étnicos, sino también de pensamiento, de filosofías porque hay que ver que cada una de estas culturas tiene sus propias cosmogonías pero también sus propias filosofías”.

¿Cómo valora Ud. la visita del Papa Francisco en la coyuntura actual en Cuba?
El Papa nos está dando una oportunidad para demostrar lo agradecido que está el pueblo cubano en estas mediaciones para que se pudiesen restablecer las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos. Creo que se ha hecho en el momento histórico preciso que se tenían que hacer –es mi opinión muy personal–, y así se lo trasmito a los jóvenes, a mis estudiantes, a mi familia y a todo el que toca el tema dentro y fuera de la Isla.
Es muy importante que Su Santidad vea la satisfacción y el agradecimiento de nuestro pueblo, y que honoramos que primero la visita sea a Cuba y después a los Estadios Unidos; eso demuestra un respeto, un proceso de identidad latinoamericana, y reafirma, además, las buenas relaciones que existen con la Santa Sede. Todo esto fortalecerá el futuro no solamente de Cuba, sino de América Latina. Lo que suceda con la visita del Papa Francisco marcará una pauta con el futuro de América Latina. Estoy seguro que se discutirá, se conversará no solamente sobre Cuba, sino también de lo que está pasando en el resto del continente con estos nuevos cambios sociales en beneficio de la mayoría.
¿Es Ud. religioso?
Es una pregunta que me han hecho muchas veces por dirigir la Casa de África. No practico religión alguna, pero siempre digo que asumir que uno no es creyente es caer en un vacío y una contradicción muy grande. He tenido que estudiar estas religiones de origen africano para poderlas explicar, para poderlas mostrar como museo, para que tengan una didáctica, un montaje museológico lógico; por lo tanto, he tenido que profundizar en ellas en un corto tiempo, porque no es lo mismo cuando tú naces y estás dentro de esa cultura, que cuando tú decides en un momento determinado incorporarte a ella pero desde la academia.

 

 

He encontrado en las religiones elementos muy sorprendentes en cuanto a la espiritualidad de que te hablaba, en cuanto a muchos fenómenos que todavía hay que estudiar y profundizar, pues los practicantes y los creyentes muchas veces lo ven como algo cotidiano pero a mí juicio va mucho más allá. Te digo que aunque no soy practicante creo en el ser humano, creo en la virtud del hombre, y eso me hace creer también en todos estos elementos religiosos.

 

 

En la visita a la Casa de África conversé además con Inauris Portuondo Cárdenas, especialista de la institución, quien califica de un gran logro la visita del Sumo Pontífice de la Iglesia Católica: “el recibimiento de los cubanos y la asistencia a la Misa que oficiará el Papa Francisco supone un acto de Fe. En Cuba hay un alto índice de religiosidad que en ocasiones se cataloga católica y en otras se identifica con los cultos de origen africano, pero que son prácticas genuinamente cubanas por todo el proceso de sincretismo que ha pasado. La presencia del Papa es una confirmación para todos estos creyentes y no creyentes porque evidentemente es una autoridad a nivel internacional”.
“El Papa llega en un momento trascendental a Cuba, en el instante donde las relaciones internacionales para la Isla son una piedra angular en todo el desarrollo del país desde el punto de vista económico, político y social. El hecho de que haya un restablecimiento oficial de las relaciones de Cuba y Estados Unidos –que han estado distendidas por tanto tiempo– y que eso coincida con la presencia del Santo Padre es, sin lugar a dudas, un acontecimiento histórico”.

 

Relaciones en las que el Jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano medió para que se lograran…
Exactamente, relaciones en las que la Iglesia medió, y la visita del Papa, al que se le reconoce como “el Papa de los pobres” y que viene como “Misionero de la Misericordia”, ha sido importante para mediar en asuntos políticos a nivel internacional y, en el caso nuestro, no podemos obviar que su función en este contexto pudiera catalogarse de imprescindible”.
Para nosotros supone una autenticidad, y ese es el criterio popular que hay sobre la presencia en Cuba de la máxima autoridad de la Iglesia Católica cuando se cumplen 80 años de relaciones ininterrumpidas con la Santa Sede.

 

¿Practicas alguna religión?
Soy religiosa, provengo de una familia practicante del culto de origen afrocubano; pero evidentemente la religión católica incide en la iniciación de cada una de las prácticas.

 

¿Cómo crees que los practicantes asumen esta visita, incluyéndote?
Creo que lo primero que debemos pedir todos los religiosos es la bendición del Papa, el hecho de que el Papa nos bendiga supone salud, estabilidad para cada uno de los individuos en lo personal, así como para la familia cubana por el papel que juega en la sociedad.
Soy practicante aunque no tengo una autoridad dentro del mundo de la religiosidad; pero para todos los sacerdotes, los paleros, los babalaos, las santeras y los santeros, todos los que tienen una autoridad en las diferentes prácticas de origen africano en Cuba, la presencia del Papa Francisco es como un mensaje de Olofin –Dios supremo de la religión Yoruba–. Se trata de una confirmación desde el punto de vista religioso del pueblo cubano, un pueblo de fe, de tesón, y el Papa se nos presenta como una figura que está luchando por la paz, por un mejor mundo para todos sus pobladores.
Evidentemente, que el Papa esté aquí será un paso significativo e imagino que después de su visita las cosas continúen mejorando –como ha sido desde su pronunciamiento en marzo del 2013–. El hecho de que haya un Sumo Pontífice latinoamericano que decide hacer sus discursos en español y sus misas, permite un diálogo más cercano. Para nosotros los cubanos es vital vivir esta experiencia.
Algo que escucho en la gente es que asumen que los cubanos siempre estamos primero, “el Papa Francisco estará en Cuba primero que en los Estados Unidos”, y para nosotros es una prioridad, es una garantía. Estoy segura que abrirá un puente desde el punto de vista político y de relaciones internacionales de alto nivel entre la Habana-Miami, la Habana-Washington o la Habana-New York.