Valores y principios expuestos por José Martí en “La Edad de Oro”
28 de agosto de 2015
|En 1889 José Martí escribió y publicó la revista “La Edad de Oro” especialmente dirigida a los niños de América.
Su objetivo esencial, tal como precisó en la nota introductoria del primer número de la citada publicación, era conversar una vez al mes, como buenos amigos, “con los caballeros de mañana, y con las madres de mañana…”.
Martí también expuso al referirse a sus lectores: “Todo lo que quieran saber les vamos a decir, y de modo que lo entiendan bien, con palabras claras y con láminas finas. Les vamos a decir cómo está hecho el mundo; les vamos a contar todo lo que han hecho los hombres hasta ahora”.
Tanto en los trabajos así como en la sección que identificó como “La última página”, que incluyó en cada una de las cuatro ediciones de la revista, Martí igualmente detalló principios que se corresponden plenamente con la ética mantenida por él a través de su breve pero fecunda existencia.
Por ejemplo, en el primero de los trabajos que aparecen en “La Edad de Oro”, el titulado “Tres Héroes”, Martí planteó que hasta hermosos de cuerpo se vuelven los hombres que pelean por ver libre a su patria.
Reflexionó además sobre el significado que debía dársele a la libertad y aseguró que esta es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía.
Igualmente en el trabajo señalado enfatizó que un hombre que oculta lo que piensa, o no se atreve a decir lo que piensa, no es un hombre honrado y agregó: “Un hombre que obedece a un mal gobierno, sin trabajar para que el gobierno sea bueno, no es un hombre honrado. Un hombre que se conforma con obedecer a leyes injustas, y permite que pisen el país en que nació los hombres que se lo maltratan, no es un hombre honrado”.
En relación con la honradez siguió haciendo valoraciones en ese mismo material y afirmó que el niño, desde que puede pensar, debe hacerlo en todo lo que ve, debe padecer por todos los que no pueden vivir con honradez, debe trabajar porque puedan ser honrados todos los hombres, y debe ser un hombre honrado.
Y también planteó: “El niño que no piensa en lo que sucede a su alrededor, y se contenta con vivir, sin saber si vive honradamente, es como un hombre que vive del trabajo de un bribón, y está en camino de ser bribón”.
En el citado trabajo Martí hizo valoraciones sobre la labor y actitud de los seres humanos y expresó que hay hombres que son peores que las bestias, porque las bestias necesitan ser libres para vivir dichosas y añadió que el elefante no quiere tener hijos cuando vive preso; la llama del Perú se echa en la tierra y se muere, cuando el indio le habla con rudeza, o le pone más carga de la que puede soportar.
Al respecto, Martí manifestó en forma simbólica: “…el hombre debe ser, por lo menos, tan decoroso como el elefante y como la llama”.
Él también valoró lo referido a la importancia de la educación de los seres humanos, y destacó que la superstición y la ignorancia hacen bárbaros a los hombres en todos los pueblos.
Esto lo afirmó en el trabajo titulado “Las Ruinas Indias”, en el segundo número de “La Edad de Oro”, y de hecho este tema fue retomado y ampliado en el material identificado como “Músicos, Poetas y Pintores” en el que resaltó que la educación empieza con la vida, y no acaba sino con la muerte.
Igualmente en ese trabajo hizo referencia a distintas etapas de la vida de los seres humanos y al tratar específicamente sobre la juventud expuso que es la edad del crecimiento y del desarrollo, de la actividad y la viveza, de la imaginación y del ímpetu.
Señaló algo muy significativo referido a cómo los hombres y mujeres debían formarse desde pequeños al asegurar: “Cuando no se ha cuidado del corazón y la mente en los años jóvenes, bien se puede temer que la ancianidad sea desolada y triste”.
En otros de los trabajos en “La Edad de Oro”, Martí hizo reflexiones sobre la trascendencia que tenía el cumplimiento del deber y además acerca de la vida y la muerte.
Por ejemplo en el trabajo titulado “Un paseo por la tierra de los anamitas” expresó que no hay gusto mayor, no hay delicia más grande, que la vida de un hombre que cumple con su deber
Y sobre la muerte enfatizó que es lo más difícil de entender para los seres humanos; pero los viejos que han sido buenos dicen que ellos saben lo que es, y por eso están tranquilos, porque es como cuando va a salir el sol, y todo se pone en el mundo fresco y de unos colores hermosos.
Y en el material que trató sobre la historia de la cuchara y el tenedor al referirse al significado de la vida, Martí expresó: “Y la vida no es difícil de entender tampoco. Cuando uno sabe para lo que sirve todo lo que da la tierra, y sabe lo que han hecho los hombres en el mundo, siente uno deseos de hacer más que ellos todavía: y eso es la vida”.
Como se puede apreciar, “La Edad de Oro” está llena de significativas enseñanzas y lo expuesto por Martí en dicha revista mantiene plena vigencia.
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