Viajando en la historia (I)

24 de julio de 2015

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Hamilé Rozada Bestard

Todos sabemos que algunas manifestaciones artísticas han acompañado a los seres humanos desde la época primitiva. Pero ¿cuánto conoce usted de esa música? Mi comentario de hoy estará dedicado a ella.
Claro que para hablar de los orígenes de la música, tenemos que recurrir a los resultados investigativos, muchos de los cuales se basan en pinturas rupestres que ofrecen testimonios irrefutables sobre la existencia de instrumentos y, aún así, pueden haber existido otras informaciones que desconocemos. No obstante, civilizaciones tan antiguas como la griega, romana, china, egipcia, mesopotámica… debieron heredar las manifestaciones musicales de sus antecesores, como es el caso de la escala pentáfona (de cinco sonidos) presente en la música china, celta, esquimal y africana. Y todo esto se transmitió por tradición oral a las posteriores generaciones, lo que permite inferir que algunas formas de cantar tienen su origen en la música primitiva.
Hablemos ahora de los instrumentos primitivos. Es sabido que estos no eran más que transformaciones de objetos de la vida cotidiana, como el arco de caza, cuernos de animales, grandes caracoles, troncos de árboles ahuecados… Incluso, excavaciones arqueológicas han permitido constatar la existencia de algunos como el Kissar o lira africana, realizada con el cuerno de un animal y una calavera la cual sirve de caja de resonancia; la kithara, que utiliza la calabaza como caja de resonancia, y algunos más.
Con el desarrollo de la agricultura, algunas zonas geográficas del planeta se convirtieron en cunas de civilizaciones, cuando gran parte de su población emigró hacia las ciudades, y este cambio social provocó el desarrollo de la música, que se convertiría, de primitiva, en antigua. Aunque el pueblo griego alcanzó el mayor desarrollo musical de la antigüedad, es innegable que tomó gran parte de sus ideas de la antigua Mesopotamia y de Egipto.
Por supuesto que en la Edad Antigua, no existían las nomenclaturas que conocemos hoy, pero ya se utilizaban algunos intervalos y tonalidades, vinculados a la religión, las matemáticas y la astronomía. Para los antiguos, existía un vínculo muy fuerte entre el universo y el ser humano, que se reflejaba en la música y estaba determinada por los números.
Fue Pitágoras -en el siglo VI Antes de Nuestra Era- quien estudió en los templos de Egipto y Mesopotamia, y contribuyó, en gran medida, al desarrollo de la teoría musical, al descubrir que el número 7 tenía un gran significado para ellos y que ya utilizaban la escala de siete sonidos, adoptada luego por los griegos.
Los orígenes de la música en Grecia se remontan a la Edad Heroica y, según sus leyendas, Hermes, Hiagnis y Marsias inventaron algunos instrumentos como el aulos: Orfeo era el padre de las canciones y Olimpo, quien introdujo las melodías de las canciones para el caramillo.
En mi próximo comentario continuaré este viaje por la historia.