La irrupción del BRICS
9 de julio de 2015
|A la par con la crisis sistémica del modelo basado en el capital y determinado por las oligarquías bancarias y financieras, nació un proceso de integración, el BRICS, formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que ya levanta banderas a favor del Sur.
Se trata de un grupo de países con el 41,6% de la población mundial y un Producto Interno Bruto (PIB) de 15,8 billones de dólares, lo que es igual a un 19,8% del total mundial.
Precisamente en estos días, cuando los líderes de los cinco países que forman el BRICS se reúnen en la ciudad rusa de Ufa, la evaluación de la actual crisis económica europea y el fortalecimiento de los mecanismos que hace cada vez más vital este proceso integracionista, estarán sobre la mesa de trabajo.
No podrá estar ajeno al debate, el tema Ucrania y su utilización por parte de Occidente para presionar a Moscú; a la vez que se mueven los mecanismos militares de la OTAN hacia las fronteras rusas.1
Informes divulgados esta misma semana por la agencia italiana IPS, refieren que “los principales países del Sur global exhibieron un impresionante crecimiento económico en las últimas décadas… en 2020 la producción económica combinada de Brasil, China e India superará a la producción acumulada de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña e Italia”.
En igual dirección se observa que desde el año 2006, China es el mayor poseedor de reservas de divisas, con un monto calculado en 3,8 billones de dólares en el presente 2015. Un informe del FMI señala que el Producto Interno Bruto del gigante asiático fue superior al de Estados Unidos en el 2014, por lo que se convirtió en la mayor economía mundial.
La actual capacidad de exportación de los cinco países integrantes del BRICS supera los 3,19 billones de dólares y la de importación es de 2,95 billones, con un comercio total de 6,14 billones de dólares, un 16,9 del porcentaje mundial.
Para hacer más sustentable la existencia de este mecanismo de integración, se han dado pasos vitales como la creación del Nuevo Banco de Desarrollo, estructura que posibilita una independencia de los servicios de las actuales instituciones financieras como el FMI y el Banco Mundial.
El caso Grecia, país hoy insubordinado a las exigencias de las instituciones bancarias internacionales que siempre van en contra del pueblo, es el mejor ejemplo de cuan viciado está el mundo dominado por el capital, subordinado a las leyes del mercado, el neoliberalismo y lo que decidan las potencias dominantes, léase Estados Unidos o Alemania.
Vale recordar, según IPS, que más allá del propio BRICS también quedó constituido el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, que ya cuenta con 57 miembros y al que se han adherido Alemania, Australia y Gran Bretaña, y en el que China tiene un 25% de los derechos de voto. India y Rusia, son el segundo y tercer accionistas de ese banco respectivamente.
Unido a todas estas prácticas, la actual cumbre del BRICS se realiza en conjunto con la de jefes de Estado de la Organización de Cooperación de Shanghai, en la que, además de los miembros del BRICS, están presentes los dignatarios de Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán.
En fin, se trata del fortalecimiento de mecanismos integracionistas con otra mirada y otra filosofía, donde las naciones del Sur tienen puestos sus ojos, mientras la economía de Europa se ve estremecida por una especie de terremotos sociales que desnudan —y de qué forma— a un modelo neoliberal obsoleto e insostenible.
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