Edificio de la calle Mercaderes No. 269
17 de abril de 2015
|Antes: vivienda y almacén
Hoy: vivienda y comercios
Una de las primeras calles por la que se extendió la población desde su asentamiento definitivo en la costa norte de la provincia fue la de Mercaderes. Es además, una de las primeras en tomar su denominación determinada por la actividad predominante en toda su extensión, ya que sus habitantes, fueron en gran mayoría “mercaderes”. En el siglo XVIII fue la más nombrada, según Arrate. La calle se extiende desde Empedrado, en la plaza de la Catedral, hasta Teniente Rey, en la plaza Vieja, donde termina.
A través de los siglos de su existencia, se vio inmersa en todos los procesos que acontecieron en la evolución de la ciudad como testigo mudo de su devenir histórico; de hecho, se vio privilegiada en la década del ‘80 del pasado siglo XX con los primeros trabajos de restauración llevados a cabo por la Oficina del Historiador, siguiendo la premisa de intervenir los ejes viales que enlazan los espacios públicos principales de la ciudad y por agrupar a lo largo de su recorrido, importantes exponentes de nuestra arquitectura.
En el presente, su reanimación casi termina, se han recuperado parcelas vacías, importantes inmuebles y en aquellos edificios aún no intervenidos en su totalidad, se trabajó en fachada restituyendo lo dañado para mantener la armonía en el trayecto de la arteria, por otra parte, nuevos comercios se van abriendo y nuevas funciones acogen las antiguas accesorias de las plantas bajas. No debemos pasar por alto los consultorios médicos y las nuevas inserciones para vivienda, como parte de la obra social desplegada por nuestra institución.
El inmueble señalado con el número 269 fue construido en las primeras décadas del XX, de marcado estilo ecléctico y destinado a vivienda y comercio, en la segunda mitad del siglo ocupó la planta baja un almacén. Este edificio sustituyó a la antigua construcción colonial que no resistió al paso del tiempo. Los altos mantienen la función doméstica y en la planta baja, después de la reparación del inmueble, abrieron sus puertas los baños públicos, servicio muy demandado en la ciudad; pero, estos fueron sustituidos en el presente por dos establecimientos comerciales, instalados en locales arrendados a la Oficina del Historiador, “La Casa del Bonsai”, muy frecuentada por el encanto de las plantas que allí se venden y el salón de belleza “Habana Colonial”.
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