Calle del Empedrado en La Habana Vieja
3 de abril de 2015
|Refiere el historiador José María de La Torre, que la calle debe su nombre a que fue la primera de la ciudad en empedrarse con piedras de las llamadas “chinas pelonas” por el año de 1770, en el tramo que corría desde la plaza de la Catedral hasta la calle San Juan de Dios; sin embargo, menciona Pérez Beato, que desde finales del siglo XVII se llamó así, tal vez por el mismo motivo de pavimentarla con lajas de piedras, lo cual se hizo desde épocas tempranas, buscando una solución adecuada ante los inconvenientes que provocaba el fango formado por las aguas de lluvia, en una zona que de por sí era baja y anegadiza.
El eje vial comienza su recorrido en la calle Tacón. Las antiguas descripciones de esta arteria decían que comenzaba en la pescadería, aludiendo al edificio que existió en este lugar, fabricado durante el gobierno de Miguel de Tacón. Antes del relleno de la zona del malecón, el mar llegaba muy próximo a sus inmediaciones, por lo que se dio como punto de referencia del arranque de esta vía “el Boquete”, que era una abertura en la muralla de mar, por donde desaguaban los caminos y se introducía el pescado, también conocido como el “Boquete de los Pimienta”, por la familia que vivió en el siglo XVII en la casa de Tacón esquina Empedrado que tuvo aquí un astillero.
En la casa señalada con el No. 2 esquina a Mercaderes una tarja recuerda notable hecho histórico, cuando señala que allí trabajó el Apóstol José Martí en el bufete de don Nicolás Azcárate entre 1878-1879, donde conoció a Juan Gualberto Gómez y se conspiró para la Guerra Chiquita.
Su trayectoria discurre de Este a Oeste, encontrando a su paso magníficos edificios de distintas épocas, pasa por el frente de la Catedral habanera y sigue su recorrido hasta Monserrate, donde se ubicó el antiguo Cuartel de Milicias en que estuvo detenido Martí antes de ser deportado en el siglo XIX. También corre por delante de la reconocida y tan nombrada “Bodeguita del Medio”, lugar de reunión de artistas bohemios en su época, hoy visita obligada de todos los turistas que llegan a la ciudad.
Forma uno de los lados de la antigua plaza San Juan de Dios, hoy Parque Cervantes, donde estuvo el antiguo hospital de la congregación de los Juaninos en el siglo XVII y su iglesia, demolidos hacia 1879. Es válido destacar que en las primeras décadas del siglo XX, sin éxito se intentó cambiar su nombre por el de General Rivas, prevaleciendo hasta nuestros días la antigua denominación.
En la actualidad espera por los frutos de la restauración que rescaten íntegramente su imagen, trabajos que comenzarán en un futuro cercano, porque los planes para la recuperación de este eje vial se van trazando en el presente y comienzan a ponerse en práctica, algunos ejemplos corroboran lo antes dicho. Se ha trabajado en la repavimentación del tramo que corre entre San Ignacio y Aguiar, dejando a la vista las huellas del primitivo empedrado entre el adoquinado reciente.
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