Los excrementos de los animales
13 de febrero de 2015
|“Uno de los desechos más común y abundante de
la ganadería es el excremento de los animales.
Pero su manejo o procesamiento depende
de la capacidad tecnológica del ganadero.
Puede acumularlo para procesarlo como compost
o para la generación de gas natural mediante
equipos digestores”.
Estiércol es el nombre con el que se denomina a los excrementos de animales. En ocasiones el estiércol está constituido por más de un desecho orgánico, como por ejemplo excrementos de animales y restos de las camas, como sucede con la paja. Estercolero, es el lugar donde se vierte o deposita el estiércol. En la agricultura, el estiércol se utiliza para fertilizar los cultivos. Se pueden emplear principalmente, los desechos de oveja, de ganado vacuno, de caballo y de gallina (gallinaza). Antaño, también se usó el de paloma (palomina). Actualmente se usa también el de murciélago. El estiércol de cerdo proveniente de granjas, o de bovino procedente de lecherías, tiene consistencia líquida y se denomina purín.
Con el advenimiento de los abonos sintéticos, el estiércol se ha ido dejando de emplear en la agricultura convencional. Sin embargo, actualmente, hay un creciente movimiento a favor del uso del estiércol en la agricultura ecológica, pues se ha comprobado que este material proporcionan nutrientes al suelo y aporta materia orgánica que favorece la presencia de microorganismos del suelo, responsables de la fertilidad de la tierra.
El estiércol es la base del compost o también llamado mantillo en la agricultura ecológica. El compost se obtiene de manera natural por descomposición aeróbica (con oxígeno) de residuos orgánicos como restos vegetales, animales, excrementos y purines, mediante la reproducción masiva de bacterias aeróbicas termófilas que están presentes de forma natural en cualquier lugar. Siempre, se trata evitar (en lo posible) la putrefacción de los residuos orgánicos (por exceso de agua, que impide la aireación-oxigenación y crea condiciones biológicas anaeróbicas malolientes), aunque existen ciertos procesos industriales de compostaje que utilizan la putrefacción por bacterias anaerobias. El compost se usa en la agricultura y jardinería como abono para el suelo y también se usa en paisajismo, control de la erosión, recubrimientos y recuperación de suelos.
Existen diferentes tipos de estiércol. El del ganado vacuno es el más importante y el que se produce en mayor cantidad en las áreas rurales. Es muy útil a todas las plantas y a todos los suelos; da consistencia a la tierra arenosa y móvil; ligereza al terreno gredoso y refresca los suelos cálidos; calizos y margosos. Es el que actúa por más largo tiempo y con más uniformidad. La duración de su fuerza depende principalmente del tipo de alimento dado al ganado que lo produce. Animales bien alimentados producen un mejor estiércol.
Estiércol de ganado ovino. Este es uno de los abonos más activos. Es más seco y más caliente que el de vacunos, lo que lo hace ventajoso en los suelos fuertes y fríos, pues los adelgaza y favorece, desecándolos. La cantidad y naturaleza de la paja que se emplea en su formación influye mucho sobre la acción posterior de este estiércol. Su efecto es más rápido, pero de duración más corta.
Estiércol de caballo. Es muy pajoso, actúa más rápido que el del carnero, pero sus efectos son aun menos duraderos que los de este último. Es muy conveniente en los terrenos fríos y pegajosos. Es menos útil a los suelos ligeros y arenosos. Este estiércol se fermenta muy fácilmente. Es necesario regarlo continuamente para que no se consuma por su propio calor. Una práctica muy ventajosa, es mezclarlo con el estiércol de carnero y de cerdo lo que le hace disminuir su tendencia a quemarse. Los agricultores también recomiendan colocar aparte el estiércol del caballo y cubrirlo de tiempo en tiempo con una capa de tierra.
Estiércol de cerdo. Como el alimento de los cerdos casi siempre es muy acuoso, esto hace igualmente su estiércol muy líquido. Por este motivo, se le clasifica entre los abonos frescos. Los cerdos alimentados con granos, papas, bellotas, etc., producen mejor estiércol que los que no reciben sino las sobras de la cocina. Como se les da ordinariamente las sobras de la limpia de los granos, que encierran siempre simientes de malezas cuya facilidad germinativa no se pierde fácilmente, el estiércol que proviene de ellas parece convenir mejor a las praderas que a los campos cultivados.
Estiércol de aves. Las gallinas y los pichones se alimentan ordinariamente de granos. Las gallinas comen también insectos y lombrices, lo que hace que los excrementos de estas aves constituyan uno de los estiércoles más activos cuyos efectos son rápidos y útiles a todo tipo de cosecha. Se le emplea pulverizado, después de haberlo dejado primeramente secar al aire o en un sitio cubierto y aireado. Este abono conviene a las tierras frías y húmedas más que a los suelos ligeros. La palomina, a causa de sus efectos fertilizantes, merece ser recogida con mucho cuidado. Sería muy ventajoso volver a cubrir de tiempo en tiempo la superficie de los palomares y gallineros con una capa de tierra seca o de paja picada, práctica que contribuirá a aumentar la cantidad y la bondad de este estiércol.
Está demostrado que los excrementos de los gansos y de los patos tienen poco valor. Muchos agricultores opinan que su uso puede afectar las cosechas y hacer desaparecer la buena vegetación.
CURIOSIDADES. Café obtenido por coprogénesis. El Kopi Luwak o café de civeta. La civeta, Paradoxurus hermaphroditus, es una especie de mamífero carnívoro de la familia Viverridae que se distribuye ampliamente por la India, el sur de China e Indochina. El café de civeta se obtiene tras ser ingeridos los granos por el animal, estos granos pasan por su tracto intestinal y son expulsados entre sus heces fecales. Las civetas se atiborran de frutos maduros de café y expulsan el grano parcialmente digerido. Los frutos rojos de café son parte natural de su alimentación, además de insectos, pequeños mamíferos y otras frutas. El grano interno del café no es digerido, pero parece ser que sí es modificado químicamente por las enzimas presentes en el estómago de la civeta, que añaden sabor al café, rompiendo las proteínas que producen su amargor. Los granos son defecados, aún cubiertos por las capas internas del fruto, así son recolectados por los lugareños y vendidos a los distribuidores. Los granos recolectados son lavados y tostados sólo ligeramente, para no estropear los complejos sabores que se han desarrollado durante el proceso.
Black Ivory Coffee. Es algo parecido a lo que ocurre con las civetas, pero en este caso con los elefantes. A los paquidermos se les da a comer los granos de café para que la fermentación estomacal reduzca la proteína del grano, lo que dicen, mejora su sabor. Que lo mejora o, al menos, lo hace distinto, único. Degustar un cafecito salido del “sistema digestivo” de estos proboscidios es todo un lujo. No en vano, el Black Ivory Coffee se considera uno de los cafés más caros del mundo, cuyo precio ronda los 1.100 dólares el kilo. Una tacita, por ejemplo, se vende a la módica cantidad de 50 dólares en algunos países asiáticos.
¿Sabe usted cuánta “caca” produce un perro, una cabra o un cerdo?
Un perro produce 250 gramos de heces fecales diariamente; de manera que al día se generan alrededor de ¡750 toneladas de excretas en la ciudad!, claro está dependiendo de cuántos perros andan sueltos por la calle. Desafortunadamente, la mayoría de las heces no termina en los contenedores para desechos, sino que se queda en la calle, contaminando el aire que respiramos.
Un rebaño de 50 – 70 cabras, producen alrededor de 60 kilos de excrementos diarios. Si se trata de una zona árida, cada animal reduce sus deposiciones a 0,8 kg diarios. Esto hace que un rebaño de 50 cabras produzca aproximadamente un mínimo diario de 40 kg de excrementos.
Los cerdos generan entre 1 y 5 kg de excrementos por día, dependiendo del tamaño del animal.
Como última nota curiosa, apunto que los humanos somos capaces de evacuar como promedio unos 150 gramos diarios de heces, lo que representa 4.5 kilos al mes y 54 al año. Una persona puede llegar a producir cuatro toneladas de excrementos a lo largo de su vida. Así, los 11 millones de cubanos podemos generar 1.65 millones de kilogramos diarios de heces: aproximadamente lo que pesan cuatro aviones Boeing 747
cargados plenamente para un viaje de largo alcance.
Recordemos que…”la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Sólo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla.
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