Albahaca no solo para tener buena suerte

1 de enero de 2015

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Diana García García

La albahaca, u Ocimum basilicum como se denomina científicamente, es una planta originaria de la India, considerada la planta sagrada del Vishnú. Desde la antigüedad empezó a ser conocida y empleada por los pueblos mediterráneos, siendo amplia su utilización en Grecia, en la Provenza francesa y en Italia. Esta planta tuvo grandes usos  en el mundo antiguo. En Egipto, la albahaca era utilizada en el proceso de momificación y para los romanos era el símbolo de los enamorados.
Como planta aromática y medicinal, la albahaca goza de una merecida fama. Por lo que desde la antigüedad hasta el presente, ha tenido una importante presencia en la preparación de remedios naturales y en la elaboración de exquisitas recetas culinarias.
Existen cuarenta tipos de albahaca entre los que se encuentran las variedades anís, alcanforada, africana, canela, cítrica, común, crespa, de hoja pequeña, de Tailandia, tulsi, violeta y violeta crespa. Cada una se distingue por tener sabores y olores característicos, que les imprimen un sello distintivo.
Las partes útiles de la planta de albahaca son las hojas, tanto frescas como secas. Mientras más joven es la planta, más aromática es. En esta etapa del ciclo vital la planta mide alrededor de 20 centímetros de alto y las hojas son de color verde intenso y verde grisáceo por el revés. Las hojas de la albahaca recolectadas deben ser puestas a secar a la sombra y luego pueden conservarse en un frasco de cristal.
Entre los usos adjudicados a la albahaca se encuentran la alopecia, la halitosis, la digestión, los espasmos gástricos, el apetito, los vómitos, el malestar intestinal, la inflamación gingival y la producción de leche por las mamas durante la lactancia.
La forma más conocida de utilizar la albahaca con fines medicinales es la infusión. Esta se prepara con 15 gramos de hojas secas en un litro de agua, haciéndola hervir por 5 minutos y posteriormente dejando reposar durante 15 minutos. Transcurrido ese tiempo está lista para usar, tanto por vía interna bebiendo 1 tasa 3 veces al día, o tópicamente en forma de baño, enjuague o gargarismo.
Además de estos usos medicinales, la albahaca tiene otras propiedades beneficiosas. Es excelente para ahuyentar a los mosquitos y demás insectos que suelen entrar a nuestros hogares sin pedir permiso. Su aroma es un magnifico aromatizador. Para probarlo solo es preciso tocar una de las hojas de esta planta, que enseguida se podrá apreciar un perfume suave y acariciador.
En la cocina italiana la albahaca es indispensable en la elaboración de pastas y combina excelentemente con el tomate, siendo uno de los ingredientes indispensables de la salsa “pesto”. Los aceites esenciales de la albahaca se utilizan también en la elaboración de licores y para aromatizar sopas y guisos. Un truco para hacer que el aceite y el vinagre que se usa habitualmente en la cocina tengan un sabor diferente, consiste en introducir en la botella una hoja de albahaca y tenerla allí durante unos días.
El sincretismo religioso de los pueblos americanos donde se entrelazaron las culturas española y africana, tampoco ha sido ajeno al empleo de la albahaca con fines místicos. De ahí que en países como el nuestro se use la albahaca para atraer la buena suerte, despojar y santiguar de malas influencias, contra el mal de ojo y, quemada con incienso, alejar a los malos espíritus.